lunes, 21 de julio de 2014

Los textiles abstractos y la indumentaria andrógina de Varvara Stepanova

Luego de la revolución del 17, la tarea de implementar una transición desde lo que fuera el otrora paradigma burgués hacia una cotidianeidad proletaria recayó sobre artistas y pensadores, quienes, pasando a la acción, debían consolidar éste pasaje a través de la producción de objetos de la vida cotidiana, entendidos como “objetos socialistas”. Varvara Stapanova se inscribe dentro de éste grupo. Perteneció a la segunda camada de artistas de la vanguardia rusa post - revolucionaria, dentro del marco del movimiento constructivista. Un inédito estado de situación propició su paso de las artes (poesía y pintura) a la participación y actividad dentro del área de diseño de indumentaria y textil para Tsindel, la primera fábrica de algodón estampado estatal, en 1923: por un lado, la campaña bolchevique para la emancipación de la mujer en el socialismo presentaba a la misma como una trabajadora a la par del varón, en tanto entre las premisas del constructivismo se encontraba el rechazo a las nociones convencionales de género artístico (asociadas a la masculinidad) como de las jerarquías de las bellas artes sobre las artes aplicadas (éstas últimas asociadas con la actividad femenina). Éste igualitarismo tenía un modelo de mujer – proletaria- de apariencia indiferenciada. 



Es en éste marco (que también visaba cambiar, sino abolir, el concepto de “moda”, por considerarla un fenómeno burgués) que Várvara Stepanova,  comienza con estampados visuales en dónde se evidencia su paso del lienzo al textil sin solución de continuidad: geometría, líneas puras, figuras abstractas; creando tramas con secuencias seriales coloridas para reemplazar cualquier ornamentación, considerada innecesaria. En un año diseñó 150 (ciento cincuenta) estampas, aunque sólo ingresaron a taller una veintena.

Su trabajo en diseño de indumentaria no estaba menos ligado a los objetivos del momento. A partir de ellos, Stepanova afirmaba que el concepto de moda debía ser reemplazado por una concepción del vestir basada en el uso y por ello la ropa debía diseñarse de modo que se adaptara a la producción (de acuerdo a las funciones). Así creó tres tipos de prendas a partir de tres categorías perfectamente diferenciadas:

El Prozodezhda: o traje de producción, era una prenda que se adaptaba perfectamente  a los requerimientos de la profesión del usuario, proveyendo una máxima comodidad a los trabajadores (ya se trate de él o ella).

El Spetsodezhda: una prenda especializada con una función productiva específica: se trataba de ropa protectora especial para cirujanos, pilotos, bomberos, trabajadores de fábricas que manejaran ácidos, etc.

El Sportodezha: las prendas deportivas y de ocio.

Los trajes se ajustaban en función de la especificidad del entorno. En el primer y segundo caso, las prendas eran pensadas como una interface espacial textil entre el cuerpo y la  maquinaria, eran envolventes, la silueta se recortaba en un perfil marcadamente anguloso que se completaba  con múltiples pliegues que formaban bolsillos para las herramientas; eran de escaso o ningún esteticismo dado que su componente determinante era el impacto social. En todos los casos, se cumplía una misión ideológica. La ropa debía uniformar, ser fácil de llevar, se cortaba de manera sencilla y no debía limitar la libertad de movimientos.
La propuesta, basada en un futuro proletario y una moda igualitaria, estaba reñida con la realidad transicional.

La revolución en el vestir, al menos en los intentos de Stepanova, no pudo ir más allá de los prototipos para el vestuario teatral de obras oficiales, prendas utilizadas por la elite intelectual y mucha ropa deportiva, toda una declaración de principios de igualitarismo social frenada a partir de los nuevos cambios que trajeron aparejados los sucesos de 1930, pero ése es otro relato…

María de la Cruz Rojo
Croix Asesoramiento de Imagen

Fuentes


1 comentario :

  1. Hola, Tomás:

    Gracias por tu aporte. Con respecto a tu consulta, es amplia con respecto a varios puntos: dónde vender o ubicar las prendas entra en relación al tipo de prendas, edad, tipo de consumidores, tipo de materia prima, si el encare es sustentable, tecnológico, etc. Entonces, dónde ir está en relación directa al producto que estés desarrollando. Nosotros te aconsejamos tres vías: una, las ferias de diseño, porque convergen tanto público como colegas y el intercambio, vinculaciones y contactos que pueden generarse pueden estar buenos para futuros puntos de venta; la segunda, que contactes con el INTI (http://www.inti.gob.ar/), en la anterior gestión de gobierno, tenían charlas y capacitaciones acerca de comercialización que para los jóvenes diseñadores eran realmente muy buenas, hoy en día no sabríamos decirte, pero por aquel entonces quien estaba a cargo del éstas charlas era German Lang; la tercera: contactar con diseñadores de tu mismo ramo, con más años de experiencia para que puedan asesorarte, en éste sentido, asistir a charlas y conferencias puede ser muy enriquecedor para orientarte en la comercialización. Esperamos haber podido ayudar ¡Éxitos con ello!

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