martes, 28 de abril de 2015

Preguntas claves para la limpieza del placard

Finales de abril es uno de los dos momentos en que realizamos el recambio de ropa de temporada (1) y constituye una oportunidad ideal para dedicar parte del proceso a una limpieza de prendas que realmente no usamos y ocupan inútilmente un lugar precioso que puede ser o bien empleado para colocar una prenda realmente funcional o bien para ganar espacio.

Aquellos que se declaran nulos en la materia, pueden contactar nuestros servicios de Wardrove Planning. Y para aquellos que solo necesitan un pequeño empujón, hoy les suministramos un cuadro de preguntas claras para formularse en la hora indecisa de conservar o no cierta prenda, cortesía del site Style Spotter

 
Foto cortesía Style Spotter / Photo courtesy Style Spotter

Se pronostica un miércoles lluvioso y nublado en Buenos Aires. Es el momento ideal. ¡Manos a la obra!

María de la Cruz Rojo
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Notas

(1)   El otro es a mediados / finales de Octubre.


domingo, 26 de abril de 2015

Las fragancias del Otoño

Los aromas del Otoño

Recientemente escribimos un bello artículo acerca de las fragancias apropiadas para las chicas de colorimetría “Otoño”. Hoy queremos reforzar y / o complementar, incluso extender  dichos conceptos a partir de un artículo de uno de nuestros blogs de cabecera en cuanto a fragancias se refiere: Olibanum. En él encontramos expresados con claridad ejemplar las características aromáticas que dicha estación puede trasladar al universo de las fragancias, con una exquisita lista a modo de ejemplo que, consideramos, las chicas “Otoño” pueden sumar a nuestra lista precedente:



No solo hojas secas

El aire en otoño se vuelve aromático y penetrante, lleno de matices intensos a musgo, a tierra húmeda, a hojas secas y raíces. Aromas de personalidad telúrica que lluvia y viento se encargan de avivar y extender. Olores primigenios a tierra, madera y resinas; nobles y profundos, oscuros y frescos, que conforman un equilibrio complejo de facetas intrincadas. Un cúmulo de riqueza aromática que algunos perfumes pueden traducir mediante una estructura chypre, fougère, de oriental amaderado, de flor blanca radiante y dramatizada o de cítrico oscuro; con abundancia de pomelo, vetiver, gardenia, naranja, sándalo, mirra, notas de ámbar seco. patchoulí, musgo, geranio, cedro, pino, jazmín verde o resinas varias que remiten a un contexto boscoso.

(…) Cuando llega el otoño, el verdor retrocede progresivamente y, por tanto, la transpiración vegetal disminuye. Incluso los árboles de hoja perenne se inhiben y concentran su actividad en las raíces. Todo se concentra ahora en el suelo. El ambiente va cambiando porque hace más frío, los árboles ralentizan el ritmo en que modulan los gases de la atmósfera y la luz se vuelve más cruda y opaca progresivamente. También la ausencia de verde es culpable de esto: el verdor puede reflejar más luz solar.

(…) Las hojas de otoño son algo más que hojas secas, son agentes aromáticos. Desde las resinas que producen recordando un poco esa faceta que tiene el musgo, al olor que recuerda al sándalo cuando están secas, o al vetiver cuando se queman o al humus cuando se humedecen… También son teselas que cambian el paisaje con sus colores.
Mientras el frío está en el horizonte, el otoño invita a cierta melancolía reflexiva pero también al disfrute de las bondades que nos brinda la tierra. La propia etimología de la palabra otoño lo revela: auctus+annus. Auctus es un participio del verbo augeo (aumentar) y la expresión auctus annus se usaba en la antigua Roma para designar el momento de la plenitud del año, aquel en el que las frutas están maduras y la vegetación llega al final de su ciclo. Época de cosecha. Para el calendario irlandés, el año termina con la cosecha y la celebración de Samhain.

Abundancia también de olores. Ya no es el brioso fulgor del reverdecer primaveral y el esplendor de cientos de pétalos cuajando árboles y campos. No, es más una energía interior porque los olores ahora remiten a la tierra que con toda su riqueza y oscuridad nos ofrece un frescor profundo y duradero, balsámico. Así, las violetas con su aroma regenerante adquieren una dimensión más profunda, o las resinas por su olor penetrante resultan más atractivas. La fruta oscura y el vino joven que aún recuerda a la uva, la riqueza aromática del patchoulí y el musgo de roble, las facetas ozónicas del olor de la tierra cuando se enfría que recuerda al frescor radicular del iris. Incluso hay rastros florales en el otoño temprano, son limpios como el jazmín musgoso de Love and Tears, o cálidos y dulces como Une Fleur de Cassie.

Hay perfumes que para mí representan el otoño, mejor dicho, la atmósfera equilibrada y compleja del otoño. Unos son más melancólicos, otros algo más fantasiosos, pero en todo caso es una apreciación personal que hoy quiero compartir aquí. (…)Esta es una lista de los que yo encuentro especialmente interesantes:

-El patchoulí más fino de Straight to Heaven by Kilian.

-El espléndido iris de Iris Poudré de Editions de Parfums Frederis Malle, el afrutado de Love in Black de Creed o el luminoso y casi tropical de 
Chanel Nº5 Eau Premiére que se me antoja perfecto.

– La perfecta violeta que florece en La Violette de Annick Goutal.

-La gardenia dramática que complementa el nardo y el clavel en Honour Womande Amouage.
-El noble sándalo de 
Santal Majuscule de Serge Lutens y el más sensual de 10 Corso Como.

Mitsouko de Guerlain por su rica nota de melocotón.

-El musgo es una nota clave en otoño, en Passion de Annick Goutal es aromático y acaramelado, en Chypre Rouge de Serge Lutens sostiene un carácter afrutado y especiado.

-Los perfumes de naranja elaborados y diferentes como el 
Eau de Merveilles de Hermés.

– El vetiver elegante y transparente de Coeur de Vetiver Sacre de L´Artisan Parfumeur.”*


Los alentamos a que no dejen de leer el artículo completo que encuentran en la página citada en el inicio. Por lo demás, una de las partes más ricas de encontrarnos con la/s fragancia/s que acompaña/n nuestra personalidad, es que su búsqueda resulta enriquecedora y, a partir de las informaciones necesarias, podemos abordar el universo sutil de la perfumería desde una perspectiva más idónea. Recuerden: idoneidad e información fidedigna son dos puntos clave para conformar el universo que nos representa.


María de la Cruz Rojo
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viernes, 24 de abril de 2015

Distintas formas de llevar un saree

De manera general, se suele creer que la vestimenta tradicional femenina de la India es el saree. Esto es parcialmente cierto; una visión y conocimientos más profundos nos muestran que el saree es una de las prendas tradicionales, pero no la única. A su vez, tampoco hay una única forma de llevarlo, y en éste punto se centra el artículo de hoy. Podemos trazar dos grandes categorías: los estilos por regionalismos y los aportes que los diseñadores muestran en las pasarelas actuales.

En el primer caso, nos encontramos con una búsqueda de la mujer india de usar de manera diferente sus entre 6 y 9 metros de tela. Así han surgido estilos distintivos:



El estilo Nivi es hoy en día la forma más popular de llevar el saree, también conocido como el “estilo de las azafatas”, ya que es el favorito de las que trabajan en Indian Airlines. Consiste en armar el outfit de la misma forma que el saree normal, excepto que los pliegues se mantienen juntos muy clara y firmemente con la ayuda de prendedores. El Pallu (1) se lleva caído hacia la parte de atrás del hombro y se sostiene con el brazo izquierdo.

El estilo Gujarati, conocido como Seedha Pallu trabaja el drapeado de manera similar al Nivi, luego, el extremo suelto se toma de la parte posterior y se pasa hacia adelante cubriendo el hombro derecho y se asegura en la parte posterior, quedando el pallu en la parte delantera del cuerpo. Es un estilo un poco más conservador. También es llevado en Uttar Pradesh, Madhya Pradesh, Rajastán y Bihar.

Por su parte, el estilo Bengalí está libre de pliegues. El saree cubre todo el cuerpo y el pallu se deja suelto colgando sobre el hombro izquierdo. La belleza de éste estilo radica en su soltura, es, a su vez, muy cómodo de llevar y tiene suficiente tela para cubrirnos en días lluviosos o demasiado soleados.

El estilo de Maharashtra, permite una gran libertad de movimientos dado que una porción del saree es armado entre las piernas y su centro queda perfectamente colocado atrás de la cintura, mientras que sus extremos se atan de forma segura en la parte frontal. Luego, los extremos decorativos se fijan sobre el hombro y son ceñidos en la parte superior del cuerpo o torso.

El estilo Coorgi consiste en atar los pliegues en la espalda e lugar de la parte delantera y se coloca una pequeña porción del pallu sobre el hombro. Hoy en día éste estilo es llevado durante las fiestas tradicionales de las mujeres Coorg.

El estilo Tamil, refiere a los sarees de seda que usan en ocasiones especiales las mujeres de Tamil Nadu. Las mujeres Tamil envuelven el saree alrededor de la cintura y los pliegues se arman sobre la pierna izquierda. El resto del saree se toma sobre el hombro izquierdo, se envuelve nuevamente sobre la cintura y se dobla sobre el lado izquierdo.

Todos estos estilos reflejan las distintas culturas y raíces étnicas que encontramos en India. Por su parte, las pasarelas nos ofrecen aún más opciones, enrollar el pallu y agregarle accesorios por sectores; añadir un cinturón delgado; ganar en texturas: usar un gran broche sobre el hombro, usar pantalones – incluso jeans - por debajo (evitando el uso de enaguas) y zapatos sobresalientes y hasta combinarlos con chaquetas cortas.

Los sarees indios, llevados de acuerdo a los usos tradicionales o actuales, nos ofrecen una miríada de opciones coloridas en una prenda siempre femenina. Para quienes gusten de saber más acerca de India y su cultura, los invitamos a visitar nuestro blog India nos Inspira

Por lo demás, nos agrada haber llevado una diferencia en lo que refiere a moda y vestimenta en la India.


María de la Cruz Rojo
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Notas

(1)   El pallu es la sección más decorada de la tela, que cae sobre el hombro al finalizar de enrollarlo sobre el cuerpo.

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lunes, 20 de abril de 2015

La evolución de la moda en Irán



Cut.com viene desarrollando una serie de videos con una temática central: mostrar en algo más de un minuto 100 años de moda en distintos países. La idea nos viene de perillas para enfatizar el carácter sociológico de la moda. Junto con disciplinas como la arquitectura, es fiel reflejo del pulso de una sociedad, de su coyuntura y de las respuestas de la primera hacia ésta. Para ejemplificarlo, hemos elegido la tercer entrega de ésta serie de videos. Se trata de la moda en Irán durante los últimos 100 años. Su recorrido nos muestra una relación, que no deja de mostrarse en alguna medida polémica, entre política y moda:

100 Years of Beauty - Episode 3: Iran


Protagonizado por la modelo  iraní-estadounidense Sabrina Sarajy, en dicha relación encontramos los vainenes que, con mayor o menor activismo, ha tenido que afrontar la mujer iraní: luego de la revolución constitucional (1905 / 1911), la mujer ganó posiciones y expresión, fue un período de participación en periódicos, escuelas y asociaciones (1911 y 1924). En 1925, se consolida en el poder el sha  Reza Pahlevi (1925 / 1941) y si bien durante su gobierno los diarios y grupos creados por mujeres fueron cerrados, se creó, a la vez, una ley para prohibir a la mujer el uso de la vestimenta tradicional iraní en público (Kashf-e Heyab / “retirada del velo”), como forma de impulsar los estilos occidentales. La representación de 1930, que nos muestra un look con sombrero tipo fedora, o a la mujer descubierta en los 40´, son ejemplo de ello, sin embargo, las mujeres habían perdido su derecho a expresarse y el disenso era reprimido. Los 60´y los 70´nos muestran una mujer con rizos, peinados estilo colmena y largas cabelleras. Con la llegada de la revolución islámica en 1979 las cosas tuvieron otro giro: comienza a aparecer el pañuelo chador, que cubre el cabello femenino y llega hasta los hombros. Su uso fue implantado de forma obligatoria por la teocracia, fue una etapa en la cual las mujeres perdieron aún más derechos, ésta vez a favor del conservadurismo religioso. El Estado ordenó que la vestidura de la Hiyad fuese obligatoria para toda mujer e implementó estrictos códigos religiosos. Esto ocasionó la reacción de los grupos feministas que respondieron con protestas callejeras. A principios de los 90´nos encontramos con un incremento en el empleo para las mujeres, aún mayor que la tasa anterior a la revolución. Y, si bien el gobierno apoyó ciertas carreras (pediatría, ginecología), supo poner trabas en otras (ingeniería civil). En 1997, la participación femenina en las elecciones presidenciales a favor del clérigo reformista Mohammad Jatamí, fue grande y su mandato constituyó un período en el que las mujeres pudieron expresarse libremente. En el 2000 asistimos al uso del chador como símbolo contestatario: las protestas multitudinarias del 2009, tienen al pañuelo verde como distintivo de los reclamos para la renuncia del presidente conservador Mahmoud Ahmadinejad.

Hoy en día, asistimos a un Irán camino a una apertura, si bien aún tiene un código de vestimenta que hay que respetar (válido tanto para habitantes como para extranjeros), la industria local de diseño de indumentaria y textil comienza a tener protagonismo, se utiliza color y brillo en las prendas y un trabajo de texturas particularmente original. Con los aspectos comerciales modificados, la industria de la moda está viviendo un nuevo momento que probablemente nos muestre para el 2020 una mujer alejada del estereotipo iraní y que, a su vez, nos refleje a través de la relación establecida entre política y moda, un estado de situación de mayores derechos, libertad de expresión y posibilidad de elección.



María de la Cruz Rojo
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domingo, 19 de abril de 2015

Acerca del Ámbar en la perfumería por Botanyuki, autora de Olibanum

El ámbar como nota de base en la perfumería tiene un papel fundamental y, entre sus variedades, el ámbar gris constituyó uno de los tantos aportes del mundo árabe a Occidente, que ha hecho de ésta y otras variedades un elemento protagónico en el universo de las fragancias. Acerca de ello, Olibanum detalla sus características en tanto hace un recorrido histórico de éste ingrediente en el mundo de la perfumería que nos resultó esclarecedor, excelentemente narrado y perfectamente ejemplificado:



Sobre el ámbar II: de la tintura a la faceta. El brillo como cualidad de un perfume:

La nota de ámbar tiene un papel fundamental en el desarrollo de la perfumería moderna pero como término resulta confuso. La palabra, en origen, era un sustantivo: designaba a la gema y al ámbar gris, ese preciado material que consigue realzar la intensidad de las notas, ensamblándolas para crear un acabado más armonioso, prolongando la duración de cada fase de evaporación e imprimiendo en el sillage un brillo y un dulzor cálido únicos. Por ese acabado tan característico la palabra adquirió las funciones de adjetivo. “Ámbar” pasa a usarse para describir perfumes de dulzor balsámico-meloso con efecto luminoso, translúcido, rico, muy texturizado. Sentido que hoy le seguimos dando y que asociamos, de alguna forma, a una atmósfera orientalizante.



El ámbar gris fue introducido en época medieval en Occidente por los árabes que lo incluían en la farmacopea. Como medicamento solía ser preparado en el mortero para mezclar con el resto de ingredientes; mientras que en los pomos de olor se usaba en forma de pepita. En algún momento comenzó a apreciarse por sus cualidades para la perfumería más allá de la desinfección del ambiente.


Las tinturas, en general, tienen la particularidad de ennoblecer acabados con finos matices y dilatar una nota en una fase de evaporación determinada; pero la capacidad de fijación siempre es una cualidad muy preciada. Cuando los objetos perfumados comenzaron a dejar sitio a las aguas perfumadas como forma favorita de perfumarse, las flores y las hierbas aromáticas con toda su delicadeza y frescor necesitaban estar sostenidas por una base lo suficientemente tenaz como para que el perfume pudiera dejar una estela en el aire, algo que materiales como el almizcle o el ámbar gris son capaces de hacer.


La gente aprendió a identificar como acabado de calidad el acabado ambarado. En libros de perfumería del s. XIX se encuentra el consejo de tener siempre ámbar de distintas calidades, para mezclar. Al ser caro y escaso hay que sacarle el máximo rendimiento o sustituir por algo más asequible: los perfumistas aprendieron que incluso las piezas de calidad media bien tinturadas podían añadir un gran efecto.


Pero la época decimonónica fue una era de experimentación que producía continuos avances en química y tecnología. Comenzaron a estudiarse las materias con un nuevo interés: el de la aplicación industrial. Cada sustancia era analizada con una escrupulosidad sistemática, para conocer todas las características posibles: peso, masa, gravedad, reactividad ante ácidos, capacidad para transformar otras sustancias…y por supuesto componentes característicos de la materia. Todo era visto bajo aquel prisma singular de la aplicación y el fervor por el avance continuo. Entonces, dos investigadores de la Escuela de Farmacia de París, Joseph Pelletier y Joseph Bienaime Caventou- que antes habían descubierto la clorofila-, al tratar el ámbar gris con alcohol caliente vieron que se obtenían unos cristales blancos que llamaron ambreína. Era el año 1820 y a partir de entonces todos los diccionarios de química comenzaron a incluir una entrada sobre dicha sustancia. Su olor siempre era descrito como tenue pero agradable, como una mezcla de tabaco suave y caramelo que desaparecía tras repetir varias veces el proceso de sumergir la sustancia en alcohol caliente y dejar enfriar hasta que cristalizara de nuevo.
Hoy se sabe que la ambreína no tiene olor, pero junto al colesterol y el ácido benzoico es el principal componente del ámbar gris. Sin embargo, el compuesto odorante característico en la tintura de ámbar gris es el ambrox y, actualmente, se obtiene de otras fuentes vegetales, como la salvia esclarea. Pero esto aún se desconocía; para la época, la ambreína, era un hallazgo que despertaba la imaginación de científicos, industriales y perfumistas.
La ambreína es un triterpeno cíclico que se oxida mientras el ámbar gris madura en el mar dando lugar a diversas moléculas con distintos olores que modulan su aroma: tabaco, agua de mar con matices metálicos, mohosos, fecales, animalísticos hasta dejar un residuo que, en realidad, es el componente más distintivo del aroma: el óxido de norlabdano (aka Ambrox), que aporta la característica más notable e indefinible del ámbar gris: su olor interminable. Olor húmedo y aterciopelado que recuerda a las algas, a los pinos, al cedro y al sándalo, al almizcle y al té, a los viejos libros encuadernados en cuero acumulados en grandes estanterías que desprenden un particular olor seco y dulce a la vez…

Entre finales del s XIX y principios del s.XX se estaban dando los primeros pasos hacia la perfumería moderna. Todavía eran muy importantes los ingredientes naturales de la perfumería tradicional, como las tinturas o las pomadas, pero los químicos aromáticos ofrecían nuevas posibilidades en el lenguaje perfumístico para crear con más detalle, para abstraer más los olores, para formular con mayor agilidad…Estructurar un acorde ambreína, una base ambreína definitivos que permitiesen introducir las características del producto natural -tan caro y delicado- sin usarlo en realidad comenzó a verse como un horizonte posible en un panorama de crecimiento comercial.
Las bases fueron fundamentales para fijar nuevos tonos y estructuras: funcionan como perfumes en miniatura que recrean una nota particular. Se crearon muchas y de todo tipo: flores, musgos, frutas… de ámbar también. Algunas llegaron a ser muy populares, especialmente las que formaban parte de una receta de éxito: daban ideas, se convertían en una fuente de inspiración, en un modelo. Incluso cimentaron la estética de la perfumería moderna.
Estas bases que permitían introducir en la fórmula una faceta de ámbar, se enriquecían con otras notas de fondo y, en ocasiones, servían de apoyo o de inspiración al tema general que podía ser la recreación misma del ámbar gris, incluyendo aún la tintura natural en la fórmula del perfume.
Ambreina de Samuelson fue una de esas bases populares. Su olor entonces se creía que era lo más distintivo del ámbar gris. La leyenda dice que se creó accidentalmente -muchas leyendas de este tipo hay en esa época- cuando un frasco de vainillina se mezcló con bergamota produciendo una singular combinación que se completó con cumarina, civeta, benjuí y labdanum. Fue usada por François Coty en Ambre Antique (1905), una fantasía oriental floral en torno a la rosa, el iris y el ámbar que prefiguró el acorde de ámbar balsámico y empolvado, reforzado con notas de vainilla y bálsamos de Perú y Tolú. Shalimar (1917*) de Guerlain supone otro trabajo de fantasía basado en ese acorde de ambreína, llevando el tema del ámbar gris a su máxima expresión mediante el contraste de elementos frescos y facetas animalísticas. Coty en 1921, de nuevo, lo rehace en Emeraude pero con notas más aromáticas y especiadas. En esa línea de perfumes pungentes, empolvados y frescos a la vez también encontramos cosas más cercanas a nuestra época como Must de Cartier con notas de civeta remarcadas; Ligea La Sirena de Carthusia, que suaviza los aspectos animalísticos en favor de una tersura finamente acaramelada y Ambre Russe de Parfum d´Empire que moderniza el tema ambreína con notas almizcladas.
Las composiciones inspiradas por el acorde ambreína tienden a resaltar y amplificar lo que la tintura de ámbar gris revelaba en el sillage del perfume: la vibración animal y el característico dulzor especiado que desprende la piel femenina.

Pero había otras propuestas. Ingredientes que compartían facetas con el ámbar gris como la salvia esclarea, el opopanax, el musgo de roble, las resinas balsámicas, las notas cumarinadas y sobre todo el labdanum y las notas vainilladas se trabajaban para emular un efecto ambrée. Se trataba de encontrar un tono suave, dulce, empolvado y con buena fijación. Es el caso de la base Ambré 83 de Laire que está construída en torno a un labdanum dulce acentuando la cualidad más amaderada del ámbar. Fue muy popular. A menudo se integró en composiciones como otra faceta más en la base capaz de añadir un refulgente brillo dorado, por ejemplo, en Mitsouko de Guerlain.

Hoy en día, la idea de esta base se ha recuperado en la perfumería alternativa, no tanto como faceta sino como tema en sí mismo: Ambre Sultan de Serge Lutens inició el revival, Ambre Fetiche de Annick Goutal añade notas ahumadas de incienso y Cuero Ruso, Calamity J. de Juliette Has a Gun toma su perfil característico y añade toques aromáticos mientras Mitzah de Dior sofistica el dulzor con notas de miel especiada.

Así, mientras la tintura de ámbar gris -que definía un tipo de perfumería artesanal caracterizada por una gran integración de las notas- se convertía en algo raro, el número de alternativas para conseguir una vibración similar o un acabado ambarado fue creciendo, cambiando para siempre el panorama de la perfumería y modificando las connotaciones de la propia palabra ámbar.
De la tintura, a la faceta; de la faceta al tema. Actualmente, la expresión perfume ámbar remite directamente a algo dulce-meloso, balsámico y suave que evoca el color dorado de la gema. La vainilla y el labdanum son las referencias más inmediatas para definir este olor aunque existan otras notas que pueden insinuar su personalidad y que recuperan el sentido original: las notas finas de tabaco y de olíbano, el caramelo, las notas de iris y violeta, especias como la canela, la nuez moscada y la pimienta, notas frutales como el melocotón, el albaricoque o la cereza, el cuero…la manzanilla incluso.
El tema del ámbar es infinito. Podemos encontrar en los perfumes modernos otros acercamientos más directos al sentido original del perfume ambrée como Dune de Dior que elabora el perfil de ámbar gris a través de un sofisticado entramado de notas aromático-musgosas e irisadas o el Eau de Merveilles de Hermès con el protagonismo de maderas exóticas finamente especiadas, almizcladas y saladas. Pero también hay referencias tangenciales a los ricos y múltiples matices del ámbar gris: Back to Black de Kilian: un trabajo interesante sobre el dulzor indirecto. Arabie de Serge Lutens también puede leerse como un acercamiento al ámbar seco construído a través de las especias y la cista.

Sin embargo, lo que más caracteriza la palabra ámbar, hoy por hoy, es un efecto empolvado muy fino presente en prácticamente todas las familias de perfumes. Desde los cítricos enriquecidos, pasando por florales densos y cálidos como L´Instant de Guerlain, a los orientales de maderas cremosas como Oriental Lounge de The Different Company hasta la maravillosa reinterpretación de un chypre frutal que es Coco Mademoiselle de Chanel podemos apreciar un nuevo tipo de ámbar: el cristalino, revival del singular brillo que tenían los perfumes vintage.”*

Nos gustaría añadir (y recordar) que calidez y brillo son dos cualidades fundamentales para las fragancias de las chicas Otoño, tema que hemos desarrollado en un artículo precedente y al que éste texto enriquece, otorgando más opciones:


Al mismo tiempo, nos permite ponderar la complejidad y riqueza en el de desarrollo del mundo de la perfumería clásica y moderna. Un mundo con una historia llena de matices y texturas demasiado ricos como para no asomarse, aún de manera parcial, a apreciarlos.

María de la Cruz Rojo

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miércoles, 15 de abril de 2015

Claves y Consejos para mantener el guardarropa ordenado y organizado

Es curioso, pero, aún en estos tiempos, hay mujeres cuyos guardarropas parecen una zona de guerra. Hay otras que se encuentran en un término medio o más moderado y encontramos conflicto, por así decirlo, con ciertos ítems. Luego, y más acorde con ésta época, en dónde claves y consejos desde el  asesoramiento de imagen se encuentran más a la mano de todos, encontramos aquellas que realmente capitalizan tiempo – con el orden -  y dinero – la ropa ordenada está más cuidada y, por ende, dura más-  y mantienen una buena organización en su guardarropas.

Creemos que en los dos primeros grupos están ausentes algunas pautas simples y claras que hacen al orden, la organización y, a partir de ello, a la funcionalidad del armario; para aquellas que se incluyan en cualquiera de las dos categorías hemos elaborado ésta lista de consejos y claves, sencillos y súper fáciles de poner en práctica:

Foto Cortesía Apartment Geeks y Neo Mammalian Studios
 Photo Courtesy Apartment Geeks & Neo Mammalian Studios













1. Encontrar un sistema de categorización es una excelente forma de empezar: agrupar por tipo de prenda –pantalones, polleras, vestidos, camisas- y color- se puede abrir con blanco y pasar por las diferentes gamas hasta el negro- resolverá gran parte del desorden y mantendrá nuestra ropa reconocible y a mano.

2. Colgar: pantalones, polleras, trajes, abrigos, chaquetas y camisas.

3. Doblar: remeras, ropa tejida, ropa suelta y jeans.

4. Perchas: Las perchas de madera y las acolchadas son las mejores para mantener la forma de la ropa. Las perchas delgadas son indicadas para guardarropas pequeños.

5. No dejar las prendas en bolsas de plástico, porque éstas no dejan que la tela respire.

6. Se puede utilizar una valija para guardar las prendas de temporada, también se pueden utilizar cajas, y mantenerlas en el estante superior del armario.

7. Para ahorrar lugar, se pueden guardar carteras pequeñas dentro de otras mayores. Asimismo, se puede colocar un perchero en la puerta para colgar corbatas, bufandas y cinturones.

8. Acerca de los zapatos: invertir en un zapatero y mantenerlo en el piso del armario es una buena compra. Las cajas con transparentes o con apertura frontal y visor transparente, mantienen los zapatos limpios, protegidos y a la vista. Constituyen otra buena opción.

9. Del mismo modo, las divisiones de los cajones de alambre– especiales para closets - nos permiten guardar medias y ropa interior y mantenerla a la vista y categorizada.

10. Fuera de la vista significa fuera de la mente. Por ello, mantener las cosas visibles ayuda a recordarnos su uso.

11. Mantener lo necesario: un lindo vestido, un par de chaquetas, 3 polleras, 3 sweaters, 2 pantalones oscuros, 2 jeans, 3 abrigos, 1 camisa blanca abotonada por delante, y varias remeras (de excelente calidad).

 
Recordemos que tener un guardarropa abarrotado y entreverado y asistir a la frase “no tengo nada que ponerme” es caer en un contrasentido. Para aquellas que no se sienten capaces de comenzar una tarea que les resulta ardua, aquí la intervención de un fondo de placard por parte de un asesor de imagen se vuelve necesaria. Nuestro guardarropa no deja de constituir una parte de cómo realmente vivimos nuestra imagen, de cómo proyectamos nuestra identidad. Su orden, por tanto, nos habla de una prolijidad verdadera, auténtica. De aquí su importancia.

María de la Cruz Rojo
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http://www.lifehack.org/articles/lifestyle/how-organise-your-wardrobe-never-have-rummaging-again.html

lunes, 13 de abril de 2015

Grannyhair – Canas – Tendencias 2015



Fue justamente a mediados de noviembre pasado cuando decidí adoptar lo que definí como “el estilo María Kodama”. El motivo es sencillo, a pesar del gran cariño que tengo por muchos profesionales del sector, no me gusta ir a la peluquería. Esto generaba raíces naturales, en conjunción con canas y un largo de tintura lavada, debido a mi falta de voluntad para las visitas de rigor cada veinte días que exige la coloración. Por ello fue gratamente sorpresivo leer en ése tiempo un newsletter de Vogue acerca de las primeras canas. En él, la gran categorización que se realiza es entre prevención y disimulación: para la prevención encontramos tres puntos clave:

* la buena alimentación (sobre todo, una dieta basada en el complejo B y fundamentalmente en B12, presente en cereales y yogures, para prevenir y retrasar)

* el ejercicio diario

* el cuidado del cabello con buenos productos

Para disimular debemos optar en primer lugar por seguir cuidando el cabello a través de una dieta equilibrada y la utilización de productos de calidad. Para quienes no pretenden abordar el tema de la coloración, disimular con peinados (por ejemplo, con moños bajos en el caso de las canas situadas en la zona cercana a la nuca, trenzas y coletas desechas) diademas y adornos ayuda a distraer el foco de atención. Para las que opten por cubrirlas, los tintes naturales como el henna (sobre todo si se trata de cabellos naturales) son una buena opción. Si las canas se encuentran en la zona de las sienes, optar por reflejos claros en el contorno del rostro es una posible solución. Si la idea es cubrir el 100% del cabello blanco, las coloraciones permanentes sin amoníaco (Wella, Redken) o aclarar la base natural son otras salidas. Y para evitar el efecto raíz, lo bueno es decantarse por una coloración tratante.

La tercer categoría del artículo, tal vez avisorando una tendencia es: lucir las canas. Para ello se recomienda contar con un asesoramiento para llevarlas con elegancia y gracia. La clave, al igual que en los puntos anteriores, es que el cabello debe estar sano para continuar siendo atractivo.

Con respecto a ésta tercer opción, a finales de marzo de éste año, leyendo  otro newsletter me encuentro con  que el grannyhair se ha convertido en los últimos meses en tendencia total. Las melenas plateadas, fundamentalmente las grises azuladas, se han vuelto tendencia indiscutible de los street styles que ya se refleja en las pasarelas. Lo novedoso es que no sólo lo llevan de manera natural y con motivo de los años las mujeres maduras, las adolescentes lo han adoptado logrando looks extravagantes que, sin embargo, no son para todas. Al tener que decolorar, porque se necesita una base clara para definir el color, reforzar el cuidado con excelentes productos resulta fundamental.

Que el plateado se haya puesto de moda es una buena oportunidad para aquellas que, luego de arribar a los cuarenta, se animen a lucir sus canas, símbolo de madurez y experiencia. Pero en última instancia, todas las medidas que tomemos, desde la prevención, el disimulo o la aceptación, deben tener como objetivo el bienestar con nosotras mismas, ésa es la mejor decisión.

María de la Cruz Rojo
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domingo, 12 de abril de 2015

La mejor luz para maquillarse por Carolina Aued

Compartimos éste artículo claro y preciso acerca del tipo de luz que debemos usar al maquillarnos, escrito por Carolina Aued, cosmiatra y maquilladora profesional con quien trabajamos y a quien recomendamos:

“La mayoría de las veces nos dicen que la mejor luz para maquillarse es la luz natural, mientras más luz natural mejor y esto es cierto pero en cierto punto... si nos maquillamos únicamente con luz natural (por ejemplo frente a una ventana) hay que tener en cuenta si el día está nublado, soleado, etc,... porque según se vea ahí si después vamos a ir a algún sitio con luz artificial el maquillaje se verá totalmente diferente. Podemos llegar a maquillarnos más de la cuenta, ya que el blanco absorbe todo el maquillaje, es como si nos maquilláramos utilizando un flash, de esta manera  parece que no llevamos nada de maquillaje y marcamos más.



Por otro lado, si solo ponemos en el lugar donde nos maquillaremos luces cálidas, quedará una luz muy amarilla, pero también corremos el riesgo de pecar con el maquillaje puesto que los colores se verán demasiado cálidos y tenderemos a abusar de los colores rosados ya que ante una luz naranja-amarillenta se verán genial pero nos estaremos poniendo demasiado porque el amarillo se neutraliza muy bien con rosa pero a la luz del día o en otro tipo de luces iremos con mucho contraste sobre la piel. Lo cierto es que con luz cálida uno se ve más favorecido que con luz fría, ya que las líneas de expresión por ejemplo y las ojeras parecen borrarse, cosa que se ve mucho más marcada con la luz fría.

Y todo esto me estoy refiriendo a una luz que nos de directa, de frente. Probablemente la mayoría de las veces nos maquillamos en el baño por ejemplo, donde únicamente tenemos una fuente de luz que viene desde arriba y esto sí que hay que evitarlo, porque se nos verán y marcarán mucho más las zonas de oscuridad y no nos veremos nada favorecidas por lo que tenderemos también a abusar del maquillaje y recargarlo para vernos mejor.

En resumen lo ideal es colocar en forma alternada luz fría y cálida.”*

A nosotros nos gustaría agregar que para aquellos ambientes que cuentan con buena luz natural o una ambientación cálida, el mercado ofrece unos espejos individuales de pie con luz fría (led) incorporada, como los que se muestran en la imagen del artículo. También encontramos espejos de tocador con luces laterales regulables (pasan de fría a cálida o viceversa). Ambas resultan buenas opciones para resolver el tema de contar con ambas luces al maquillarse, como muy bien nos indica Caro, a quien pueden seguir en Carolina Aued Santi Cosmiatría. Un último dato: recuerden, nuestro maquillaje es en gran parte producto del ensayo y error, ¡a practicar!


María de la Cruz Rojo

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