viernes, 25 de julio de 2014

Para Ellos – Semanas de la Moda Masculina VS Etiqueta Masculina

Durante el mes de junio pasado, las grandes capitales de la moda, Londres, Milán, Florencia y París, celebraron una a una la semana de la moda masculina. De esas cuatro semanas hemos podido extraer algunos tópicos claves en las propuestas menswear de las casas consagradas y de los nuevos talentos participantes para la próxima primavera / verano:

  • Los cortes de la sastrería tradicional se relajan: en líneas generales todas las casas buscaron refreshear la rígidez del traje masculino tradicional para dotarlo de actualidad.
  • Se continúa trabajando en el armario mixto, de dónde las propuestas cargan las tintas en la androginia.
  • Tal vez debido a ésta búsqueda, se utilizan y combinan colores estridentes, antes impensados en un armario masculino.
  • Por lo mismo, hemos visto muchos estampados peculiares, así como el empleo de transparencias y agujeros, la idea es mostrar la piel.
  • Sin embargo, las estampas más tradicionales siguen en auge: los cuadros y rayas (ya sean verticales u horizontales, incluso con versiones extrafalarias de raya diplomática) fueron protagonistas absolutos.
Por supuesto no nos mostramos contrarios al desarrollo, pero no creemos que los diseñadores estén llegando a su punto, la androginia que proponen pasa más por la emulación de lo femenino que por lograr una ambigüedad, cayendo MUCHAS veces en lo kitsch. Tal vez por eso nos quedamos con las propuestas de Armani, para lo que es un estilo más formal pero modernizado y con Diesel para un casual de aquellos con un look más rocker, ambos presentes en la pasarela de Milán. Con mucho esfuerzo nos convencieron algunas prendas de Z Zegna (Florencia), un traje y algunos pantalones de Topman (Londres) y algo de Vuitton en París.


El universo de la etiqueta masculina se presenta, si  se nos permite, más sencillo (como los propios hombres) que el universo del armario femenino, lo que no equivale a decir que esté carente de estilo. Podemos observar tres grandes categorías:

Formal: siempre de traje; frac, chaqué y smoking para grandes ocasiones o celebraciones; completamente relacionado con labores ejecutivas / empresariales.

Informal: cuando el estilo formal está de “fin de semana”.

Casual: más acorde con las profesiones creativas.

A partir de aquí se desarrolla todo un sistema de uso: qué camisa, qué corbata, qué zapatos, qué cuellos, a qué hora, para qué ocasión, etc. Nos parece impensable que un ejecutivo hoy utilice zapatillas en su día a día, por más que sean de un diseño avanzado, tampoco ignoramos las cuestiones relativas a la demografía en las grandes ciudades, las cuestiones ecológicas, el uso de bicicleta en detrimento del auto, etc., factores todos que están empujando hacia un nuevo paradigma en lo referido a la etiqueta masculina, pero con tanta genialidad en diseño, creemos que se podrían crear modelos que guarden cierta discreción a la hora de acompañar un traje, por más que se trate de un traje moderno . Insistimos en que las propuestas del armario mixto nos parecen más un capricho artístico (o redondamente personal, y, disculpen, ridículas) que un verdadero proyecto andrógino, o, al menos consideramos que no están dando en la tecla, para ejemplo, las colecciones de una casa clásica como Saint Laurent o de un diseñador emergente como J. Anderson:




Y como de códigos de etiqueta masculina se trata, nos ha venido como anillo al dedo la publicación de Daniel Heredia recomendando 10 títulos para lograr un armario masculino perfecto, “perfecto” en términos tradicionales, para lo cual reiteramos la propuesta de Armani a caballo de lo clásico / moderno, lo demás va a ser difícil de encajar:


María de la Cruz Rojo
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miércoles, 23 de julio de 2014

Manual de Estilos – Barroco

Para referirnos al Barroco tradicional, debemos centrarnos en el S.XVII hasta principios del XVIII,  con un mayor auge durante el absolutismo de Luis XIV. Para el monarca, simbolizar su poder empezaba por la propia imagen. Con él, Francia rápidamente se convirtió en capital de moda y tendencias y el estilo pasó a la fama como la estética de la opulencia y del mostrar.

Hablando específicamente de la moda, el barroco utilizaba para representar sus objetivos (1), materiales nobles como los brocatos, finos terciopelos, organzas, encajes y pedrería (preciosa o semipreciosa), mucho aplique y bordado (con motivos que imitasen a la naturaleza, generalmente florales, o muchas líneas curvas (2) que generaban la idea de movimiento. También se jugaba mucho con el contraste de luz y color entre la tela, el hilo y la pedrería), por ello, y entre otras cosas, fue un estilo con muchas texturas.  En la mujer, la cintura sube y se ciñe, las caderas se agrandan y los pechos se denotan (ya sea con escote cuadrado o bote) como símbolo de bonanza y prosperidad. Los hombres, a su vez, imbuidos por el espíritu teatral /dramático de la época, tenían un vestuario cargado de símbolos de status, lujo y jerarquía. Como cultura de la imagen, el barroco puso el énfasis en manifestar el poder absoluto (de la Iglesia o el Estado), pero de manera muy estimulante. Fue el estilo de la aristocracia y la corte que daba cuenta de su boato y majestuosidad.



Refiriéndonos a nuestra época, la crisis económica que afronta Europa desde hace algunos años, tuvo, a comienzos de la década, una respuesta por parte del mundo de la moda y, así como en la segunda post guerra un “descarado” Christian Dior proponía volver a disfrutar con su New Look, distintas casas propusieron cambiar el foco contraponiendo a la crisis todo el universo de bellas sensaciones y estímulos que propone el barroco con sus telas y bordados y, por otro lado, activar toda la simbología palaciega del mismo ante una economía que se presenta restrictiva. Toda una cachetada con guante blanco por parte de Alexander Mc Queen, Dolce & Gabanna, Miu Miu, Balmain, Versace, Gucci, Lanvin, Valentino, Etro y más.

Alexander Mc Queen en el otoño / invierno 2011 lo presentó con protagonismo de terciopelo en rubí con bordados dorados y siluetas súper trabajadas para una colección con aires futuristas y dramáticos.

Continuó Prada en la primavera / verano con una colección de anteojos llamada “baroque”.

Encajes y pedrerías barrocas siguieron en curso en el 2012 con Dolce & Gabanna como abanderados. Los diseñadores italianos presentaron una colección con predominio de negro con bordados curvilíneos dorados, un contraste típico del barroco, blondas, puntillas y pedrerías conformaron los apliques y ornamentación propios del período. Los estampados florales en gruesos brocados se compensaron con unas inimaginables transparencias (también bordadas, claro).

Mientras Versace lo utilizó en estampados y bordados que lo vuelven un tanto rocker - en Balmain se torna rocker / futurista y en Gucci, un rocker /abstraccionista- Salvatore Ferragamo se hizo con el estilo con su bordado típico para las botas (¡buenísimas!) a su vez, Valentino lo recreó, casi podríamos decir avant la lettre,  en sus vestidos.

Durante el 2013 lo seguimos viendo con fuerza, sobre todo en las colecciones bisagra (3), con Chanel como su mejor exponente, inspirándose en Versalles y María Antonieta. Pero tal es lo recargado del estilo, que cae de suyo y éste 2014 trajo un mix de tendencias alivianadas que lo van dejando pasar. Sin embargo, para aquellas que no renuncian a lo recargado – o se declaran decididamente barrocas- pueden, en los resabios del barroco del S. XXI, encontrar prendas larga duración: la minifalda (que puede acompañarse con leggins para bajar un tanto la opulencia) es una de ellas; las blusas combinadas con prendas monocromo son otras y tal vez las mejores en términos de atemporalidad (4); para las que buscan acentos se indican los accesorios: aros, clutchs, carteras, anteojos, zapatos, botas del estilo son también opciones viables para perdurar más allá de las tendencias. Vestidos, pantalones y blazers son indicados para las más audaces y lo que trajo nuestra década, es demasiado puntual.

En Buenos Aires, ésta temporada una vuelta por Rapsodia nos muestra una mezcla de barroquismo étnico, sólo para personalidades peculiares, nosotros, no obstante, la recomendamos mucho. (5)

Como sea que guste llevarlo, el refinamiento a su ornamentación corre por cuenta de la usuaria, antes y ahora.  Como expresó Vreeland: “la única elegancia real está en la mente, todo lo demás viene de ella”. El barroco, por tanto, acompañará siempre a los espíritus aristocráticos.

María de la Cruz Rojo
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Notas

(1)    Entre ellos, la exaltación de los sentidos, la denotación de la posición social, la influencia de la teatralidad, la alegría de vivir y su disfrute.
(2)    Como en la arquitectura, dónde reinó durante el período la curva y la contracurva.
(3)    Aquellas que comienzan en un año y terminan en otro.
(4)    ¿Qué tal un traje sastre, o un jeans oscuro con blazer que combine barroco con estilo Tomboy?: http://croixasesoramiento.blogspot.com.ar/2014/06/manual-de-estilos-tomboy.html


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lunes, 21 de julio de 2014

Los textiles abstractos y la indumentaria andrógina de Varvara Stepanova

Luego de la revolución del 17, la tarea de implementar una transición desde lo que fuera el otrora paradigma burgués hacia una cotidianeidad proletaria recayó sobre artistas y pensadores, quienes, pasando a la acción, debían consolidar éste pasaje a través de la producción de objetos de la vida cotidiana, entendidos como “objetos socialistas”. Varvara Stapanova se inscribe dentro de éste grupo. Perteneció a la segunda camada de artistas de la vanguardia rusa post - revolucionaria, dentro del marco del movimiento constructivista. Un inédito estado de situación propició su paso de las artes (poesía y pintura) a la participación y actividad dentro del área de diseño de indumentaria y textil para Tsindel, la primera fábrica de algodón estampado estatal, en 1923: por un lado, la campaña bolchevique para la emancipación de la mujer en el socialismo presentaba a la misma como una trabajadora a la par del varón, en tanto entre las premisas del constructivismo se encontraba el rechazo a las nociones convencionales de género artístico (asociadas a la masculinidad) como de las jerarquías de las bellas artes sobre las artes aplicadas (éstas últimas asociadas con la actividad femenina). Éste igualitarismo tenía un modelo de mujer – proletaria- de apariencia indiferenciada. 



Es en éste marco (que también visaba cambiar, sino abolir, el concepto de “moda”, por considerarla un fenómeno burgués) que Várvara Stepanova,  comienza con estampados visuales en dónde se evidencia su paso del lienzo al textil sin solución de continuidad: geometría, líneas puras, figuras abstractas; creando tramas con secuencias seriales coloridas para reemplazar cualquier ornamentación, considerada innecesaria. En un año diseñó 150 (ciento cincuenta) estampas, aunque sólo ingresaron a taller una veintena.

Su trabajo en diseño de indumentaria no estaba menos ligado a los objetivos del momento. A partir de ellos, Stepanova afirmaba que el concepto de moda debía ser reemplazado por una concepción del vestir basada en el uso y por ello la ropa debía diseñarse de modo que se adaptara a la producción (de acuerdo a las funciones). Así creó tres tipos de prendas a partir de tres categorías perfectamente diferenciadas:

El Prozodezhda: o traje de producción, era una prenda que se adaptaba perfectamente  a los requerimientos de la profesión del usuario, proveyendo una máxima comodidad a los trabajadores (ya se trate de él o ella).

El Spetsodezhda: una prenda especializada con una función productiva específica: se trataba de ropa protectora especial para cirujanos, pilotos, bomberos, trabajadores de fábricas que manejaran ácidos, etc.

El Sportodezha: las prendas deportivas y de ocio.

Los trajes se ajustaban en función de la especificidad del entorno. En el primer y segundo caso, las prendas eran pensadas como una interface espacial textil entre el cuerpo y la  maquinaria, eran envolventes, la silueta se recortaba en un perfil marcadamente anguloso que se completaba  con múltiples pliegues que formaban bolsillos para las herramientas; eran de escaso o ningún esteticismo dado que su componente determinante era el impacto social. En todos los casos, se cumplía una misión ideológica. La ropa debía uniformar, ser fácil de llevar, se cortaba de manera sencilla y no debía limitar la libertad de movimientos.
La propuesta, basada en un futuro proletario y una moda igualitaria, estaba reñida con la realidad transicional.

La revolución en el vestir, al menos en los intentos de Stepanova, no pudo ir más allá de los prototipos para el vestuario teatral de obras oficiales, prendas utilizadas por la elite intelectual y mucha ropa deportiva, toda una declaración de principios de igualitarismo social frenada a partir de los nuevos cambios que trajeron aparejados los sucesos de 1930, pero ése es otro relato…

María de la Cruz Rojo
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viernes, 18 de julio de 2014

Orígenes y Significado del Paisley

En el Paisley, diseño en forma de gota, mango u hoja de origen persa, encontramos una suerte de prueba de lo que fuera, por un lado la influencia de los territorios colonizados por Europa (África, Asia, América) sobre ella, su efecto en el comercio, en los mercados, en los productos, en la vida europea en general, como así también la obliteración y deturpación de dichas culturas por parte de colonizadores, casas comerciales, imperios y regencias…

Esta afirmación (en el presente artículo) se sostiene por el propio derrotero y significado del diseño, que encierra un simbolismo particular en las distintas culturas asiáticas por las que ha transitado – cabe aclarar que es aún vigente- y que nada tiene que ver con el nombre de una ciudad escocesa.

El origen y la influencia persa en bordados indios ya han sido tratados en otros artículos (1); hoy vamos a abocarnos a reseñarlos en uno de sus motivos más populares: el Boteh, una palabra persa que significa “arbusto”, “matorral”, “zarza”, “hierba” (algunos también lo interpretan como “hoja de palmera”- y su brote de palma-, “racimo de hojas”, “botón floral”), conocido, a su vez, en Azerbaiyán y en Kashmir como Buta (cuya palabra muchos autores consideran derivación de la original persa, de dónde hoy en día ambos designan al motivo en forma de lágrima u hoja). (2) En India, su nombre sánscrito es “Mankolam” o “diseño de mango” en dónde “man” es una palabra del Tamil que significa “mango” y “kolam” o “rangoli” es una especie de pintura que se realiza con polvo de arroz. En Telugu se lo conoce como “mamidi pindelu”, en Urdu, “kairi” y en Punjabi “Ambi”. Todos estos términos se relacionan con el mango pequeño sin madurar y refieren a un símbolo auspicioso asociado con la prosperidad (por ello las novias los llevan en sus sarees).



Desarrollado primeramente en Persia, las fuentes discrepan en sus orígenes: unas lo ubican en el período aqueménida y otras en el sasánida, lo cierto es que se trata de un diseño estilizado que representa el árbol de la vida (el ciprés) para el zoroastrismo. Su paso a India se dio, como en el caso de los bordados, como consecuencia del período mogol. Algunos historiadores, geógrafos e investigadores indican que fue el sultán Zayn al-Aabedin, durante el primer tercio del S. XV, quién llevó los diseños decorativos de Irán a India, en tanto otros consideran que fue el emperador Akbar (1556-1605) quien lo introdujo y propició su desarrollo; en ambos casos se trata de la  región de Kashmir.  En ella se desarrolló su uso en las ropas de las cortes, en tapices, alfombras y joyería. Los chales de seda o fino algodón con buta eran muy empleados por los hombres para asistir a ceremonias importantes.

Durante la primera mitad del S. XVII, bajo el Imperio Británico, la British East Indian Company introdujo los chales de Kashmir (junto con otros artículos que incluían diseños Buta) en Europa. Causó tal furor que la demanda superó la oferta (alrededor del 1800), y, al contrario que en India, los chales eran utilizados por mujeres. Fue entonces que comenzó su desarrollo en telares locales (Francia, Inglaterra, Holanda) para producir imitaciones de menor calidad y en apenas dos colores, pero más accesibles  de adquirir. En 1805, la población de Paisley (norte de Escocia) se sumó a la creciente industria de los chales y mantas y, para 1812, ya contaban con la mano de obra más especializada (la cual reproducía los chales de Kashmir lo más fidedignamente posible) y modificaron sus telares de modo de producir chales, mantas y bufandas con varios colores de hilo. Esto supuso una diferencia con las otras imitaciones y, a partir de ello, las mujeres comenzaron a llamarlo –pedirlo- como “Paisley”, volviéndose recién entonces sinónimo de “buta”, o sea: es recién en éste punto en dónde su nombre cambia, en una suerte de adaptación occidental, denominando algo ignorado de manera conocida. La demanda de éstas imitaciones comenzó a crecer por toda Bretaña. En 1820, el telar de Jacquard agilizó los términos de producción en detrimento de la mano de obra. Para 1860, las fábricas de Paisley podían producir chales en quince colores, sin embargo, éste número era aún menor -representando sólo un cuarto- de los colores presentes en algunos chales de Kashmir, e imprimir los diseños en la tela (en lugar de tejerlos); de todas formas, la East India Company continuaba vendiendo los originales en Londres, los cuales eran considerados sinónimo de status y de lujo. Si bien su auge continuó durante todo el S. XIX (pasando a formar parte de prints en capas, chaquetas y dolmans), en la segunda mitad del S. XX tuvo su gran vuelta con el hippismo. Los 60´y los 70´lo consolidaron cómo símbolo multicultural , sus estampas se popularizaron en las prendas de  las boutiques de Carnaby Street, las cuales eran utilizadas por músicos y artistas. Tal vez haya sido éste aspecto el que lo hace trascender también al mundo de la moda: Etro (casa que lo emplea en cada temporada), Stella Mc Carthney, Balenciaga, Gucci, Dolce & Gabanna, Jill Sander, DKNY son algunos ejemplos de su uso en el diseño de moda en el siglo pasado y el presente.

Lo interesante e intenso de éste motivo es la forma en que ha traspasado fronteras y culturas desde hace siglos y cómo lo encontramos vigente no sólo en ropa, sino en accesorios, blanquería, juguetes, joyería. La trascendencia parece ser su clave y su constante. Su ubiciudad y permanencia  se deben, quizás, a ser un símbolo de eternidad.

María de la Cruz Rojo
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Notas

(1)    Ver al respecto:



(2)    Hay quienes mencionan al Buta como una representación del Yin y el Yang “a medias”. Aquí cabe una dosis de empirismo: más allá de un relativamente moderno uso del motivo durante el S. X en los trabajos de estuco de Nishapur (ciudad situada al noreste de Irán), no hay otros ejemplos de base empírica que comprueben una conexión o uso del Buta para representar el Ying y el Yang. Al respecto, seguimos la línea de K.E. Eduljee en sus estudios sobre el Zoroastrismo (ver fuentes).

Fuentes




miércoles, 16 de julio de 2014

Los orígenes del Pantone

Las paletas de colores por estación y subestaciones son una herramienta fundamental para optimizar la imagen dentro de nuestra profesión, eso es indudable. Noticias recientes nos hacen  preguntarnos acerca de su origen, su génesis y desarrollo a través de una línea de tiempo.

Visto desde el aquí y ahora, podemos retroceder enunciando un par de hitos acerca de la colorimetría, comenzando por Color Me Beautiful Looking Your Best (1995),  libro en el que Mary Spillane y Christine Sherlock van más allá de su predecesor, Color me Beautiful (1980, Carol Jackson) abren el panorama para las subestaciones, en tanto el primero fue icónico dentro de los estudios y volúmenes editados acerca de colorimetría en imagen personal que venían desarrollándose desde los 70´. Anterior a ello, y de manera más general, debemos mencionar la guía Pantone, definido como el sistema de identificación, comparación del color y comunicación para las artes gráficas, diseño, moda e incluso fotografía más usado en el mundo. El mismo fue desarrollado por Lawrence Herbert en 1963, con la idea de crear un sistema o paleta de colores estándar. Más atrás aún, tenemos al magnífico Goethe y su “Teoría de los colores” (1810).



Sin embargo, un hallazgo reciente realizado por el historiador Erik Kwakkel en los archivos on line de la Biblioteca Méjanes in Aix, Provence (Francia) muestra que alguien se adelantó a nuestro conocido Pantone en casi 300 (trescientos) años. Se trata de un volumen de casi 800 páginas que data del 1692, escrito en alemán por un artista holandés que se da a conocer como A. Boogert.  Su intención era elaborar una guía cromática y didáctica para la pintura en acuarela, intitulada Traité des couleurs servant à la peinture à l’eau, y terminó en éste volumen manuscrito y pintado a mano en el cual el autor explica en una página, e ilustra en la página opuesta. Boogert  comienza explicando el proceso de mezclar colores y aborda el uso de color en la pintura, sus matices y cambios de tono al sumar una, dos o tres partes de agua;  y cuenta también con un índice de todos los colores tratados.

Al día de hoy, se la considera la primera y más completa guía de colores para pintura de todos los tiempos. Existe sólo un volumen conocido, que se encuentra en la citada biblioteca. Pero la buena noticia es que podemos consultarlo online a través de su web:


Ésta reliquia que ha ampliado el derrotero de la colorimetría, la gestión y representación del color es para disfrutar

María de la Cruz Rojo
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viernes, 11 de julio de 2014

Fashion Designers – Sidharta Aryan

Nuestra tercer entrega de diseñadores indios. En el caso de hoy hemos elegido hablar sobre Sidharta Aryan, porque, si bien comparte con Ritu Kumar y Bibhu Mohapatra (1) la intención de aunar en sus prendas el espíritu de oriente con occidente, recurriendo, a la vez, al rescate y empleo de técnicas y textiles tradicionales indios, se acerca a los trabajos de Van Herpen y Rienstra (2) en un par de tópicos comunes: el futurismo y la experimentación.



Aryan es natural de Mumbai, ciudad en la que reside. Su carrera en el mundo de la moda comienza en el año 2000, luego de graduarse en el L.S: Raheja Technical Institute of Technology. A partir de entonces y durante diez años trabajó para diferentes marcas de moda indias (principalmente de indumentaria masculina): Bada Saab (y Bada Saad Bespoke), Vandana, Tarun Tahiliani, Anjali & Arjun Kapoor y Rewaz Couture, no sólo como diseñador o jefe de diseño, sino también como ilustrador, manejando clientela, y atendiendo cuestiones de marketing y diseño gráfico.  

Luego de éste periplo, en el 2010 lanza su propia marca homónima y su primer colección ya despuntaba una clave en el trabajo del diseñador: el futurismo. Se plasmó bajo el nombre de Steampunk, toda una declaración de principios. Steampunk, debutó en el Laksmé Fashion Week Gen Next  AW 2011, un comienzo brillante y a partir del cual Aryan no paró dando el presente en cada edición del LFW. A Steampunk le sucedieron Cosmogene y Wonderlust en el 2012 (Summer Resort y Winter Collections respectivamente), Klitche, Summer Resort 2013 y Aftermath FW 2013/2014.

Si bien la estética es futurista, el método de trabajo se triangula entre éste aspecto, la alta costura y la funcionalidad, la capacidad de uso de las prendas, una tríada más que interesante para las usuarias. Para ello Aryan acude a textiles tanto tradicionales como actuales, una interesante investigación sobre estampados digitales y sus posibilidades en ciertos textiles y siluetas de líneas estructuradas, hombros redondeados y /o voluminosos (un clásico oversize occidental de tendencia), mucha geometría (tanto en las prendas como en los estampados), combinados con prendas tradicionales: sarees, lehengas y cholis, toda una reinvención en un mix & match que no pierde  estilo ni silueta femenina.

Pueden apreciarlo visitando:

De todas formas, en un tiempo escucharemos hablar mucho de él, la peculiridad  de su trabajo futurista combinado con las prendas tradicionales indias dará que hablar porque, sencillamente, es fabuloso, tanto para Oriente como para Occidente.

María de la Cruz Rojo
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Notas
(1)    Sobre Ritu Kumar y Bibhu Mohapatra, pueden leer:

(2)    Acerca de las obras de Iris Van Herpen y Winde Rienstra, ingresen a:

Fuentes

miércoles, 9 de julio de 2014

Guías de estilos - Qué regalarle a una chica grunge 2014

¿Quién no ha desesperado al tener que hacer un regalo a la hija de una amiga o alguna adolescente de la familia que viste de una forma “desaliñada” de acuerdo con parámetros tradicionales? Y no, no hablamos de punk, es otra estética. Para entender de qué se trata armamos las guías de Croix para apuntar un buen regalo para –en éste caso-espíritus rebeldes… dentro del grunge.



Surgido en los 90´en el seno de la movida de Seattle, el estilo grunge, se caracterizó por la camisa a cuadros y las remeras oversize, los pantalones chupines, los sweaters extragrandes, los borcegos y un buen gorro de lana. Sin embargo, el 2014 trae en ésta vuelta algunos acentos interesantes a lo que fueran éstas características generales de estilo.

La principal de ella sea tal vez la opción de elegir entre una camisa a cuadros y una floreada, o un vestido con estampado floral, súper vigentes ésta temporada y que forman un dueto imbatible al combinarse con una buena biker. En éste sentido, Zara y Mango son dos casas que nos pueden auxiliar con éstas prendas: ya sea en cualquiera de los estampados para las camisas y para los vestidos con estampa floral. Sweet y Desigual constituyen otras opciones en florales. Si se trata de obsequiar con un buen jeans, una biker o una camisa a cuadros y todo con mucho estilo, la colección de ésta temporada de Paula Cahen D´anvers es una inversión acertadísima. Reemplazar los borcegos por unos botines trendy con taco cuadrado para hacerlos todo terreno es otra opción que, a su vez, nos permite ir llevando el estilo a una versión más candy o lady like (auxiliados, a su vez, por las estampas florales). Y si de grunge y sus gorros, bikers, borcegos, camisas y remeras se trata, Complot es la casa a la que debemos acudir ésta temporada (1), porque lo tiene TODO al respecto.

Y si aún hay dudas, nada mejor que contratar nuestro servicio de personal shopper. No hay estilo que escape a su sentido de búsqueda.

María de la Cruz Rojo
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Notas



Fuentes

http://www.vogue.es/moda/espia/galerias/reinventamos-el-estilo-grunge-en-su-version-mas-floral-y-candy/10773?utm_source=newsletter_050514&utm_medium=email&utm_campaign=050514

lunes, 7 de julio de 2014

ZEPHYROS INVIERNO 2014 – ADRIANA TABARES

La colección de Adriana Tabares para éste invierno, llamada Zephyros, es una muestra más de la metodología de trabajo de ésta diseñadora abocada a lo artesanal oriunda de Rosario: inspiración en la naturaleza y la forma de relacionarse con ella de las primeras civilizaciones, la moldería simple y las técnicas artesanales.

Para éste invierno, su fuente de inspiración natural la llevó a basarse en los vientos. Al estudiar sobre ellos eligió, en sus lecturas de mitología griega, al dios Céfiro (Zephyros), un viento apacible del oeste cuyo soplo ayuda a la floración próxima a la primavera. Siguiendo el cauce griego y de su dios-viento, Adriana basó su moldería en la silueta clásica griega, para ello se basó en las figuras de sus estatuas y plasmó el movimiento que el viento produce en las telas a través de pliegues:


La paleta invernal también contó con una búsqueda detallada y, al inspirarse también en las flores, eligió los colores de aquellas relacionadas con ésta estación, como los cerezos y ciruelos. Así encontramos blancos, salmón, corales, rojos, burdeos y gama de púrpura. Completa la paleta, en contrapartida con éstos cálidos, los cielos invernales (los cielos son otro tema recurrente en Adriana Tabares, utilizando sus formas para recrearlas en el tejido, aunque ésta vez le tocó al color): gris en diferentes tonalidades, beiges y naturales que se forman cuando el Sol invade el blanco de las nubes, y los naranjas y violetas propios de los atardeceres(de acuerdo como la propia diseñadora lo define).

Zephyros nos resulta interesante en la medida que combina artesanía (recordemos que el punto fuerte de la colección son las prendas tejidas a mano), experimentación con tejidoy prendas urbanas produciendo un excelente  mix &match.Constituye, a su vez, una muestra más de la producción de diseño local, ésta vez cuánto más interesante, al basarse, como lo hace Adriana, en la experimentación textil.

María de la Cruz Rojo
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viernes, 4 de julio de 2014

Bibliografía – Letras Hilvanadas – Victoria Lescano

Cruces interdisciplinarios, un tema central en nuestros artículos. Cruces entre arte y moda, entre arquitectura y moda, entre antropología, sociología y moda, entre música y moda y hoy, finalmente le toca, de la mano (o de la pluma) de Victoria Lescano, periodista y ensayista especializada en moda, a un cruce no menos fundamental: moda y literatura.

En “Letras Hilvanadas, cómo se visten los personajes de la literatura argentina”, Lescano articuló dicho cruce basándose en aquellas producciones significativas de la literatura y crónicas vernáculas en las que la vestimenta, la moda y el estilo conforman una parte o bien  consustancial o con cierto grado de relevancia argumentativa y sígnica de dichos entramados textuales y de los personajes que los componen. Tarea copiosa si la hay, abocarse a la selección de autores y textos de nuestra literatura basándose en estos preceptos. La selección de Lescano queda conformada por Roberto Arlt, Manuel Puig, Silvina Bullrich, Fray Mocho, Lucio V. López, César Aira, Hebe Uhart, Juan B. Alberdi, Lucio V. Mansilla, Paco Jamandreu, Sara Gallardo, las hermanas Ocampo y Bioy Casares.

Si bien entre los favoritos de la autora figura Arlt y sus Aguafuertes  Porteñas, a nosotros nos parece que se llevan las palmas los bellos análisis de las obras de Hebe Uhart y César Aira (Cap. V y VI respectivamente).

El libro cierra magníficamente con el pequeño diccionario de la moda de Bioy Casares, sin embargo a nosotros nos ha encantado la definición de “paquetería” que se encuentra en las crónicas de Alberdi, porque condensa gran parte de la tarea del asesor de imagen:

“Se cree generalmente que es muy fácil ser paquete, que no hay sino que hacerse ropa a la última moda y trasplantársela, como caiga, una cosa encima de otra, todo nuevo aunque la persona represente los colores del arco iris, olvidando, o sin quererse convencer de que la paquetería, como todo en el mundo, sea cual fuere su importancia, tiene sus leyes que no deben violarse, so pena de caer en ridículo en lugar de hermosearse y hacerse agradable. Estas leyes son muchísimas, pero todas pueden bien resumirse… Una misma moda no puede sentar bien a todos, lo que sienta bien a uno puede ser feísimo en otro, y el arte (1) debe dirigirse a conciliar la moda con las personas, demostrando siempre, si es posible, cierta independencia en el gusto.”

Editado por Mardulce, fue lanzado a finales de abril de éste año con presentación en la galería Foster Catena, contando con la presencia de Felisa Pinto y Pablo Ramírez (más de una vez colaborador en los trabajos de Lescano). Es un libro que despunta como interesante, dinámico, entretenido y envolvente tanto para amantes de la literatura como de la moda, y tanto mejor cuando ambos amores confluyen en una misma persona.


María de la Cruz Rojo
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Notas

(1)   Refiere a “el arte de la paquetería”

Fuentes Bibliográficas

Letras Hilvanadas – Lescano, Victoria – Buenos Aires – Mardulce - 2014