viernes, 3 de abril de 2015

Ellen Von Unwerth

El estilo proveniente de un método, de una nueva forma de producción fotográfica, le han valido a Ellen Von Unwerth casi treinta años de carrera ininterrumpida detrás de la cámara, la han catapultado a ser reconocida como una de las personas más importantes en el mundo de la fotografía por la American Photo Magazine (1998) y le han abierto las puertas a la dirección de cortos publicitarios y videos musicales.


¿Cómo? Muy sencillo: Ellen Von Unwerth nació en Frankfurt en 1954. Luego de graduarse de la secundaria, trabajó en circo como asistente en los actos del lanzador de cuchillos y también participaba en los actos de acrobacia y de magia. En el primer día de universidad, al ir a registrarse, un cazatalentos le preguntó si no estaba interesada en modelar. Tenía 20 años, era el Munich de los 70´. Allí comenzó a trabajar como modelo para luego reubicarse en París tras un llamado de John Casablancas. Transcurrieron diez años frente a las cámaras. En cierto punto de ése período, convivió con un fotógrafo que le regaló su primer cámara y le enseñó a usarla, su primer oportunidad para ello fue durante un viaje a Kenia en el que captó imágenes de niños y de la población de las calles, las cuales fueron publicadas luego en la revista JILL. A partir de allí, siguió aprendiendo y puliendo técnica, maquillando y fotografiando a sus amigas - en una primer instancia- para luego realizar editoriales para Vogue, ID, Interview Magazine, The Face y Vanity Fair, entre otras. En 1989, realiza la campaña publicitaria de Guess que la lanzó tanto a ella como a Claudia Schiffer a la fama. A partir de allí, todo fue un ascenso vertiginoso: comenzó a rodar comerciales, películas y videos musicales para Bacardi, Victoria´s Secret, Chanel, Miu Miu, Clinique, Sex & the City y Duran Duran y muchos más. En 1991 gana el primer premio en el Festival Internacional de Fotografía de Moda. Lleva editados varios libros, en los que asistimos a un debate entre lo bello y lo patético, lo sensual y lo pornográfico, lo espontáneo y lo calculado. Comenzamos hablando de estilo y método, ¿podemos definir el trabajo de Unwerth como dicotómico? No estrictamente. Su mix &match tiene varias entradas: admira y se inspira en la fotografía de Helmut Newton y  Jacques Henri Lartigue, uno de sus íconos (se nota en los labios de sus modelos) es Betty Page y su Pin Up Style (1); produce atmósferas conectadas con las obras de El Bosco, Toulose  Lautrec y Warhol en lo pictórico, y con Fellini, Visconti, Fritz Lang, Lubitsch y Rosellini, en cine, porque en ellas “su imaginación” se dispara más rápidamente. Todos estos escenarios posibles le sirven de basa para el desarrollo de fantasías eróticas relacionadas con lo lésbico, el sado, el voyeur y lo orgiástico. Pero hay un componente que ha marcado la diferencia, que surge a partir de su propia experiencia en el mundo del modelaje: Unwerth rechazaba la pose rígida para las producciones. Su rechazo a la rigidez tuvo como resultado realizar producciones en las que las modelos pudieran moverse y actuar una historia a partir de los escenarios. Movimiento, gestos cinéticos y progresivos y representación son una de las claves de la fotógrafa germana, que combina con contrastados juegos de luz, el granulado de imágenes, el fuera de foco y un ojo de encuadre cinematográfico, logrando producciones fuertemente dramáticas e intensas.

Su cambio de rol de nos recuerda al mismo cambio que diera, años después, la talentosa Helena Christensen, su fotografía femenina nos refiere al trabajo de tintes fetiches tanto de Bettina Rheims como de José Girl, compartiendo escenarios sórdidos con la primara y circenses con la segunda y con ambas una imagen a color con el rojo como predominante, o decantando hacia el blanco y negro –o escala de grises- logrando cierto aire atemporal. Pero es el movimiento en contraposición a la rigidez lo que le da a Von Unwerth sin dudas ése toque de estilo distintivo que reina desde los 90´hasta nuestros días.

María de la Cruz Rojo
Croix Imagen

Notas

(1)    A quien le realizó un tributo en 1998 con un photo shoot para la revista Max, llamado “Back to Betty”, cuya modelo fue Eva Herzigova.

Fuentes







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