domingo, 2 de agosto de 2015

The True Cost

Temporada de rebajas. Pero,  ¿estamos realmente conscientes de lo que esto significa? La pregunta, impelida por el documental The True Cost, que hoy recomendamos, apunta a deshilar la cadena de trabajo que hay por detrás de las prendas, desde ellas mismas hasta su materia prima, desde las propias semillas, hasta la forma en que la ropa es desechada, y su destino cuando esto ocurre... Correr el telón y apreciar cada uno de los procesos del fast fashion, el impacto de su industria en el mundo, en especial en países pobres que ofrecen mano de obra para las grandes marcas internacionales, son algunos de los tópicos de ésta excelente realización producida por Andrew Morgan (director), Michael Ross, Lucy Siegle, Livia Firth, Vincent Vittorio, Christopher L. Harvey y Laura PIety. De un alto contenido ético y moral, The True Cost confirma dos grandes cuestiones a la hora de entender la moda que vendrá: o la moda se vuelve ética, esto es, con un profundo respeto y cuidado por los recursos naturales y humanos, o la moda no será.

Foto Cortesía http://truecostmovie.com / Photo Courtesy http://truecostmovie.com
























Lanzado el 29 de Mayo de éste año, el documental procura ser un catalizador para el cambio:


Desde su lanzamiento hasta la fecha, hemos asistido a algunas resonancias. Mientras que en el mes de mayo Zara, en San Pablo,  tuvo que pagar dos multas equivalentes a ochocientos cuarenta mil reales por incumplimiento de un compromiso firmado en 2011, referente a trabajo esclavo; en los primeros días de Julio se celebró en la capital colombiana la segunda edición de Slow Fashion, evento destinado a difundir marcas y diseñadores con tendencias responsables, y que tiene a Patricia Rincón como gestadora; también por esos días, Hugo Boss anunciaba que no volverá a hacer uso de pieles de animales a partir de la temporada otoño / invierno 2016, para incluir a una generación de clientes contemporáneos que ha revalorizado sus valores éticos y,  para mediados del mismo mes, asistimos a la firma del salario mínimo para trabajadores textiles en Birmania, un logro que, aún con acuerdo firmado, todavía está en puja, dado que algunos grupos industriales amenazaron que relocalizar sus producciones si el sector textil insiste en obtener un salario mínimo.

Si la tragedia del Rana Plaza no suscitó ningún cuestionamiento acerca del estado de la industria de la moda de hoy en día en el lector, The True Cost ofrece una segunda oportunidad desde un llamado a la toma de consciencia de la forma en que consumimos. La manera más rápida de entrar en acción, es no contribuir con el fast fashion como consumidores. La opción es recurrir a marcas transparentes que garanticen un trabajo digno, la utilización de tinturas naturales o una gran reducción de químicos tóxicos (tanto para la salud de los trabajadores textiles como de los consumidores), y la transparencia en todo lo referido a los procesos de trabajo y comercialización.  Al mismo tiempo, evitar comprar aquellas marcas que recurren al trabajo esclavo en los talleres clandestinos, o a mano de obra con salarios por mucho, más bajo que cualquier salario digno y que rayan la servidumbre,  es otra medida – imperativa- a tomar.

En Argentina, los talleres esclavos son una problemática dura que no es afrontada con el rigor de derecho necesario debido a los intereses político/económicos que hay por detrás, junto a sus protagonistas. La Fundación Alameda es una asociación que ha trabajado, desde sus inicios, en denunciar el funcionamiento de estos talleres y quienes están implicados. Desde la creación de un comedor escolar, hasta la necesidad de relocalizar a estos trabajadores, surgió Mundo Alameda, marca de indumentaria de producción y consumo responsable. Y hay más: Soho coop, Onda Orgánica, Abundancia por Designio, Sofela Paz Faldas,  Me voy lejos, Cúbreme, Vero Vira, Chunchino Eco – Bebé, Koi Eco Baby, entre otras, todas participantes del desfile “Ropa Limpia”, organizado por la Fundación Alameda bajo la consigna Trabajo Digno y Ropa Limpia, que se llevó a cabo en el Mercado de Economía Solidaria de Bonpland, el pasado 13 de Junio. No queremos dejar de agregar a la Asociación YoNoFui, de la que participa nuestra amiga, la diseñadora Marcela Bonifacio, brindando talleres de capacitación para las reclusas de Ezeiza, que cuenta con un showroom en el que podemos apreciar la producción artística y de oficios que ofrece un rol productivo y un nuevo comienzo para muchas mujeres.

Tanto el propio documental como todos los sucesos que hemos narrado relacionados con la problemática, apuntan a lo mismo: el quiebre paradigmático necesario de la industria. En qué rol nos posicionamos con respecto a esto, queda, de manera igualmente necesaria, en nuestras manos. Por acción u omisión, las consecuencias que éste posicionamiento desencadene, estarán llamando a nuestra puerta.


María de la Cruz Rojo
Croix  Imagen


Fuentes


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