La pluralidad artística es un
imperativo categórico a la hora de hablar de Leonora Bonetto. Si bien es reconocida
por ser una de las primeras bailarinas argentinas de danzas clásicas de la
India (estilos Kuchipudi y Bharata Natyam), y ser la fundadora y directora de
la escuela Kalabhumi, que – justamente – significa “Tierra de las Artes”, sus quehaceres han ido mucho más allá: ha
estudiado música (piano, guitarra, tabla), canto rítmico, ilustración y hasta
joyería. A su llegada a las danzas clásicas de la India ya contaba con todo un
bagaje en materia artística y musical que propiciaron un camino que la
encuentra al día de hoy, entre las primeras. Toda ésta miríada creativa y
artística se revela en su verborragia. Una charla con Leo Bonetto es un terreno
fértil de ideas y reflexiones, como pueden comprobar a continuación:
Croix Asesoramiento de Imagen (CAI): ¿Cómo se dio tu
acercamiento a las Danzas Clásicas de la India?
Leonora Bonetto (LB): El acercamiento fue a través de una
imagen que yo ya sabía que quería hacer. Hace muchos años quería empezar y acá
no existía la posibilidad de aprender. Empecé primero con la filosofía de
India. Después con la música, con el tabla. Iba muy seguido a comprar ropa de
India, hasta que un día ví un flyer muy chiquitito en una pose muy exótica de
Ranga (1). Tuve la certeza de que eso era lo que tenía que hacer. La llamé y
empecé. De hecho yo había hecho años antes artes marciales, Kung Fu. El Kung Fu-el
Shao Lin- tiene su origen en las artes marciales del sur de la India. Tiene
mudrás, tiene mucho trabajo de piernas, de la tierra, muchas cosas. Y eso fue
como la base de la danza para mi. Después cuando encontré esa imagen sabía que
tenía que seguir por ahí. Ya venía haciendo un montón de cosas. Me dedicaba a
la música, al dibujo, trabajé muchos años como dibujante haciendo dibujos
animados e historieta y estaba con el piano, la música africana, la música de
India y dije: “la danza”. Y la danza corrió todo de lugar y tomó el primer
puesto. Hay algo que a mi me resulta muy fuerte en relación con la cultura de
India en general. Es una cuestión más sutil que me hizo meterme en la filosofía
de la India, en la metafísica, después en la música y después en la danza.
CAI: Contanos cómo fue
el camino desde aquel entonces hasta éste presente con Kalabhumi (2)
LB: Empezó como hago todo: como un juego.
Todo en mi vida es un juego. Hago lo mejor que puedo, soy súper responsable,
exigente al mango, pero como un juego, porque es hoy y hoy, es el día a día. El
dibujo, la música, el ritmo, todo eso me hizo entender mejor la danza. ¿Y cómo
fue el proceso? Hay un hilo conductor que me sostuvo más allá de todo. No es
tan sencillo éste camino. Es un filtro para el cuerpo técnicamente, tenemos que
ejercitar mucho la paciencia, tener fé en lo que hacés, tener ciertas
condiciones, trabajar interiormente, trabajar espiritualmente, sino, no hay
crecimiento. Porque llega un momento que te pide tanto, que si no hacés un
crecimiento interior, quedás afuera o no entendiste nada. Entonces ¿cómo fue?,
fue trabajando mucho con mi persona, calladita ensayando sola, para mi es un
camino solitario, que es para mi el camino real cuando uno hace las cosas con
el corazón. Lo sigue siendo, pero siempre acompañada de bellas personas. Y lo
que siento desde ése entonces que empezó como un juego al ahora es que me
empecé a enamorar de la técnica, de la belleza, de lo exótico, ésa relación
maduró y después de muchos años entendí lo que ellos quieren transmitir, que es
la danza, trascender la técnica y transmitir. No es tan fácil llegar a eso. O
sea, del gozo de bailar a la necesidad de comunicar. Yo ahora tengo una
necesidad inmensa de comunicar a través del baile. Pero eso me llevó años. Por
eso te digo que es tan importante trabajar interiormente. El camino fue de
perseverar, de amar el trabajo –se trabaja un montón- ser consecuente, estar
todo el tiempo encima de eso y mirar hacia adentro. Eso es lo que siento ahora:
de enamoramiento de la danza a la necesidad de decir algo. Necesito decir
cosas, necesito crear. Y ésa liviandad de
conectarme con lo esencial. Por eso siento que estoy en mi mejor
momento.
CAI: ¿Cuál crees que
fue el grado de influencia de India en tu guardarropas?
LB: Yo me considero una persona barroca
en la estética. Para mi el más es más. No lo puedo evitar. Lo que tiene India
es que más es más. Y es amor a primera vista. Tengo muchas cosas guardadas en
el armario que no las puedo sacar en el día a día. Entonces, tengo una mezcla
de occidente con oriente y en cuanto encuentro la posibilidad de ponerme algo
indio lo hago. Pero no ando disfrazada, no es mi estilo.
CAI: Y a niveles
filosóficos cómo influyó, si bien algo ya empezaste a contarnos…
LB: Desde muy chiquitita tuve cierta
tendencia a lo espiritual. Resultó que de adolescente empecé a estudiar en
Hastinapura, porque me pareció que necesitaba una apertura. Estudié mucho. Hay
cosas que en un principio me costaba asimilar porque me costaba el cambio, pero
me empecé a observar. Aprendí mucho sánscrito también, palabras que hoy en día
me sirven mucho para la danza. Influyó mucho en una auto observación día a día.Me
dio una guía. Tengo mis simpatías por muchas religiones y por la no religión,
por el silencio solamente. Sin embargo, es como que todo me lleva a lo mismo.
No quiero separar tanto la idea de Dios. Advaita: No dualismo, “Yo soy”. Me
generó un camino empezar a estudiar, entender por qué me gustaban los dioses.
Hay algo que está más allá…
CAI: Además de la
danza, ¿cuál es tu relación con los instrumentos?
LB: Lo primero que apareció en mi vida
fue la música. Cuando era chica estudié guitarra. A los 11 años ya estaba
estudiando teoría y solfeo; a los 13 años me senté al piano y después me puse a
estudiar. Cuando éramos chicos mi papá nos había regalado una caja rayada en
blanco y negro llena de instrumentos. Los estímulos vienen por parte de los
padres. Los padres son tan importantes a la hora de marcarte, de darte un norte
y de respetar la libertad, qué quiere tu
corazón.Quiero destacar la enorme gratitud que tengo hacia mis padres, por el
apoyo permanente y el estímulo infinito, nos respetaron siempre y nos
estimularon; la música fue uno de los fuertes, entonces, naturalmente me tiró
la música. El piano siguió muchos años, también estudié clásico. Y también
descubrí un lugar de meditación con el piano. Porque llega un momento en que ya
no me interesa ser intérprete de nada, llega un momento, el igual que en la
danza, en que me interesa crear. Yo tengo mi propia música al piano y es ahí
dónde no necesito de público. Y después cuando empezó la danza, la danza es
música. Después de estudiar piano estudié tabla. Sanjay Bhadoriya fue mi primer
maestro pero también tengo que agregar y agradecer a Leo Fernández, mi
compañero en la vida y en lo profesional durante diez años, con quien aprendí
mucho sobre el instrumento y la música clásica de la India en general. Y eso me
ayudó para los pies, para poder cantar ritmos; en India estudié ritmos, tuve un
maestro que me enseñó los ritmos del sur, cómo es la matemática, como armarlos
para armar buenas danzas. Son años de formación, de nutrirse de cosas. La
música siempre estuvo ahí.
CAI: ¿Cuál sería tu
escenario ideal? ¿Tuviste uno hasta ahora?
LB: Para mi siempre es el día. La danza
es ahora.
CAI: ¿Qué artistas u
obras te inspiran?
LB: Me inspira mucha gente que trasciende
la forma. Me inspira la gente talentosa. Me inspira la gente que no es muy
buena, también, porque siempre tiene algo que no quiero hacer. Me inspira la
gente que se anima a más. Todo es una fuente de inspiración: grandes
dibujantes, pintores. En lo musical, me encantan Debussy, Chopin.Debussy para
mi es una gran inspiración, de hecho en el piano me gusta más la onda que es
toda arpegio, dónde no se termina de
definir algo. Sin embargo me encanta la percusión, que es más a tierra. Me
resulta difícil, porque todo me resulta una inspiración.
CAI: ¿Y una bailarina o
un coreógrafo favorito?
LB: Shankar Kandasamy, es muy barroco.
Se lo vé muy exigente, me gusta porque tiene mucha fuerza, mucho poder, hace
mil cosas a la vez, me encanta la habilidad. Lo he visto no sólo a él bailando,
que hace de todo, sino poniéndole coreografías a los bailarines. Leela Samson
también es muy buena coreógrafa, tiene muy lindas coreografías.
CAI: ¿Tenés algún
sustento conceptual o algún método a la hora de armar una coreografía?
LB: Antes era la forma. Vengo haciendo
coreografías desde el 2003,porque estaba segura que quería ser coreógrafa. Es
algo que sale, como cuando me siento en el piano, baja información y aprendí
con el tiempo a respetar eso que baja. En un principio era la búsqueda de la
técnica – me faltaba madurez-, hoy en día siento una razón para decir que ya
tiene que ver con una necesidad espiritual, hay una belleza que hay que
recuperar día a día, entonces la danza se transforma en un medio para comunicar
algo mucho más importante.
CAI: ¿Una película, libro,
canción o mantra que le recomendarías al público en general y /o al de India en
particular?
LB:Una película que me gusta y que me
marcó mucho porque está hecha por una mujer es “La Lección de Piano”. Me gusta
cómo está encarado el romance desde otro lugar, desde el lado de la seducción,
de lo que un analfabeto logra encontrar en una mujer, o sea, como es relativo
que una persona sea culta o bruta. El rústico se enamora de la pasión de ella.
Eso es lo que me gusta, como todo es tan relativo. Está muy bien hecha desde el
lado de la psicología de la mujer. Esa película me parece fotográficamente
bella. La época, la cosa tan surrealista de estar caminando por el barro con
esos trajes, la cabañita en penumbras con un piano de cola, todo tan mezclado,
todo me sorprendió. Yo desde mi lado de músico me identifico con el piano,
también. Me gusta mucho Michael Nyman, el autor que hizo toda la música, porque
tiene un lugar de rareza, de mundos sonoros raros. Y me gustó en “La lección de
Piano” porque habla de un mundo muy especial de una persona con una vida
interior muy rica, que decidió no hablar desde chiquitita, porque no es que era
muda, y entonces adentro de ella hay un mundo que es un torbellino. Eso me
encanta porque es algo que no se ve a simple vista. Y como ella habla con sus
manos y eso es lo que “el bruto” pudo ver de ella. Eso me encanta. Yo la suelo
recomendar, pero la recomiendo más que nada a las mujeres.
CAI: Comentame de los
proyectos del 2014.
LB: Sacar una serie de videos, hacer mi
espectáculo de éste año con nuevas danzas, con muchas cosas para decir; están
las provincias: a Salta hace varios años que estoy yendo pero ahora vamos a
formalizar no solo la modalidad de taller, sino aprender con continuidad y en
Córdoba también, ya se armó un grupo. Yo quiero de alguna manera federalizar,
me gusta ésa idea: que haya información y se distribuya. Y está buenísimo
porque la gente lo toma desde otro lugar, porque es difícil para ellos acceder
a ciertas cosas, entonces hay algo interesante que surge ahí y la
manera en que lo transmito también.
CAI: Leo, un mensaje
final.
LB: Rescatar y valorar la belleza del día
a día, que es tan importante no pasar por la vida como si no sucediera nada. No
sé cómo hacer un resumen de eso. Recordar. Yo soy una persona que me considero
muy agradecida con la vida y siento que de alguna manera quiero devolver eso que
me fue dado, entonces la gratitud es un nivel de contento. Rescatar la
simpleza. Recordar la profundidad en la sencillez. Algo que vengo trabajando en
mis danzas es el rescatar nuestro potencial como dioses en la tierra, un
universo prácticamente inexplorado y tan cercano al mismo tiempo… Para la
apertura del espectáculo Kalabhumi 2013 escribí esto, que va a salir en el
primer video: “Desde las profundas aguas
del olvido emerge con poderosa fuerza una flor, que al abrir sus pétalos al
calor del sol, esparce su perfume…cada pétalo revela un mito, cada pétalo
regala al hombre el recuerdo de sí mismo…-DevamBhutvaDevamYajet - (de los Upanishads), conviértete en Dios para
adorar a Dios…recuerda, recuerda, recuerda”… Esto sería lograr una
verdadera transformación y llegar a identificarse a uno mismo con la Verdad,
con sus cualidades y atributos. La gratitud, el contento, lo profundo en lo
simple, el amor a otros seres, respetar la vida.Está lo esencial como sostén y
lo demás es parte de un gran juego, de un gran teatro, rescato esas palabras...*
María de la Cruz Rojo
Croix Asesoramiento de Imagen
Notas
(1)
Se refiere a RangaVivekanandan, pionera en
la argentina en la enseñanza y transmisión del estilo Kuchipudi.
(2)
Kalabhumi, cuyo nombre significa “Tierra
de las Artes”, es la escuela de danzas
fundada y dirigida por Leonora Bonetto: http://www.kalabhumi.com.ar/
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