Fue justamente a mediados de
noviembre pasado cuando decidí adoptar lo que definí como “el estilo María
Kodama”. El motivo es sencillo, a pesar del gran cariño que tengo por muchos
profesionales del sector, no me gusta ir a la peluquería. Esto generaba raíces
naturales, en conjunción con canas y un largo de tintura lavada, debido a mi
falta de voluntad para las visitas de rigor cada veinte días que exige la
coloración. Por ello fue gratamente sorpresivo leer en ése tiempo un newsletter
de Vogue acerca de las primeras canas. En él, la gran categorización que se
realiza es entre prevención y
disimulación: para la prevención encontramos tres puntos
clave:
* la buena alimentación (sobre
todo, una dieta basada en el complejo B y fundamentalmente en B12, presente en
cereales y yogures, para prevenir y retrasar)
* el ejercicio diario
* el cuidado del cabello con
buenos productos
Para disimular debemos
optar en primer lugar por seguir cuidando el cabello a través de una dieta
equilibrada y la utilización de productos de calidad. Para quienes no pretenden
abordar el tema de la coloración, disimular con peinados (por ejemplo, con moños
bajos en el caso de las canas situadas en la zona cercana a la nuca, trenzas y
coletas desechas) diademas y adornos ayuda a distraer el foco de atención.
Para las que opten por cubrirlas, los tintes naturales como el henna (sobre
todo si se trata de cabellos naturales) son una buena opción. Si las canas se
encuentran en la zona de las sienes, optar por reflejos claros en el contorno
del rostro es una posible solución. Si la idea es cubrir el 100% del cabello
blanco, las coloraciones permanentes sin amoníaco (Wella, Redken) o aclarar la
base natural son otras salidas. Y para evitar el efecto raíz, lo bueno es decantarse por una coloración tratante.
La tercer categoría del artículo,
tal vez avisorando una tendencia es: lucir las canas. Para ello se
recomienda contar con un asesoramiento para llevarlas con elegancia y gracia.
La clave, al igual que en los puntos anteriores, es que el cabello debe estar sano para continuar siendo atractivo.
Con respecto a ésta tercer opción,
a finales de marzo de éste año, leyendo
otro newsletter me encuentro con que el grannyhair se ha
convertido en los últimos meses en tendencia total. Las melenas plateadas, fundamentalmente las grises azuladas, se
han vuelto tendencia indiscutible de los street styles que ya se refleja en las
pasarelas. Lo novedoso es que no sólo lo llevan de manera natural y con motivo
de los años las mujeres maduras, las adolescentes lo han adoptado logrando
looks extravagantes que, sin embargo, no son para todas. Al tener que decolorar, porque se necesita una base clara para definir el color, reforzar el cuidado con excelentes productos resulta fundamental.
Que el plateado se haya puesto de
moda es una buena oportunidad para aquellas que, luego de arribar a los
cuarenta, se animen a lucir sus canas, símbolo de madurez y experiencia. Pero
en última instancia, todas las medidas que tomemos, desde la prevención, el
disimulo o la aceptación, deben tener como objetivo el bienestar con nosotras
mismas, ésa es la mejor decisión.
María de la Cruz Rojo
Croix Imagen
Fuentes
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