viernes, 18 de julio de 2014

Orígenes y Significado del Paisley

En el Paisley, diseño en forma de gota, mango u hoja de origen persa, encontramos una suerte de prueba de lo que fuera, por un lado la influencia de los territorios colonizados por Europa (África, Asia, América) sobre ella, su efecto en el comercio, en los mercados, en los productos, en la vida europea en general, como así también la obliteración y deturpación de dichas culturas por parte de colonizadores, casas comerciales, imperios y regencias…

Esta afirmación (en el presente artículo) se sostiene por el propio derrotero y significado del diseño, que encierra un simbolismo particular en las distintas culturas asiáticas por las que ha transitado – cabe aclarar que es aún vigente- y que nada tiene que ver con el nombre de una ciudad escocesa.

El origen y la influencia persa en bordados indios ya han sido tratados en otros artículos (1); hoy vamos a abocarnos a reseñarlos en uno de sus motivos más populares: el Boteh, una palabra persa que significa “arbusto”, “matorral”, “zarza”, “hierba” (algunos también lo interpretan como “hoja de palmera”- y su brote de palma-, “racimo de hojas”, “botón floral”), conocido, a su vez, en Azerbaiyán y en Kashmir como Buta (cuya palabra muchos autores consideran derivación de la original persa, de dónde hoy en día ambos designan al motivo en forma de lágrima u hoja). (2) En India, su nombre sánscrito es “Mankolam” o “diseño de mango” en dónde “man” es una palabra del Tamil que significa “mango” y “kolam” o “rangoli” es una especie de pintura que se realiza con polvo de arroz. En Telugu se lo conoce como “mamidi pindelu”, en Urdu, “kairi” y en Punjabi “Ambi”. Todos estos términos se relacionan con el mango pequeño sin madurar y refieren a un símbolo auspicioso asociado con la prosperidad (por ello las novias los llevan en sus sarees).



Desarrollado primeramente en Persia, las fuentes discrepan en sus orígenes: unas lo ubican en el período aqueménida y otras en el sasánida, lo cierto es que se trata de un diseño estilizado que representa el árbol de la vida (el ciprés) para el zoroastrismo. Su paso a India se dio, como en el caso de los bordados, como consecuencia del período mogol. Algunos historiadores, geógrafos e investigadores indican que fue el sultán Zayn al-Aabedin, durante el primer tercio del S. XV, quién llevó los diseños decorativos de Irán a India, en tanto otros consideran que fue el emperador Akbar (1556-1605) quien lo introdujo y propició su desarrollo; en ambos casos se trata de la  región de Kashmir.  En ella se desarrolló su uso en las ropas de las cortes, en tapices, alfombras y joyería. Los chales de seda o fino algodón con buta eran muy empleados por los hombres para asistir a ceremonias importantes.

Durante la primera mitad del S. XVII, bajo el Imperio Británico, la British East Indian Company introdujo los chales de Kashmir (junto con otros artículos que incluían diseños Buta) en Europa. Causó tal furor que la demanda superó la oferta (alrededor del 1800), y, al contrario que en India, los chales eran utilizados por mujeres. Fue entonces que comenzó su desarrollo en telares locales (Francia, Inglaterra, Holanda) para producir imitaciones de menor calidad y en apenas dos colores, pero más accesibles  de adquirir. En 1805, la población de Paisley (norte de Escocia) se sumó a la creciente industria de los chales y mantas y, para 1812, ya contaban con la mano de obra más especializada (la cual reproducía los chales de Kashmir lo más fidedignamente posible) y modificaron sus telares de modo de producir chales, mantas y bufandas con varios colores de hilo. Esto supuso una diferencia con las otras imitaciones y, a partir de ello, las mujeres comenzaron a llamarlo –pedirlo- como “Paisley”, volviéndose recién entonces sinónimo de “buta”, o sea: es recién en éste punto en dónde su nombre cambia, en una suerte de adaptación occidental, denominando algo ignorado de manera conocida. La demanda de éstas imitaciones comenzó a crecer por toda Bretaña. En 1820, el telar de Jacquard agilizó los términos de producción en detrimento de la mano de obra. Para 1860, las fábricas de Paisley podían producir chales en quince colores, sin embargo, éste número era aún menor -representando sólo un cuarto- de los colores presentes en algunos chales de Kashmir, e imprimir los diseños en la tela (en lugar de tejerlos); de todas formas, la East India Company continuaba vendiendo los originales en Londres, los cuales eran considerados sinónimo de status y de lujo. Si bien su auge continuó durante todo el S. XIX (pasando a formar parte de prints en capas, chaquetas y dolmans), en la segunda mitad del S. XX tuvo su gran vuelta con el hippismo. Los 60´y los 70´lo consolidaron cómo símbolo multicultural , sus estampas se popularizaron en las prendas de  las boutiques de Carnaby Street, las cuales eran utilizadas por músicos y artistas. Tal vez haya sido éste aspecto el que lo hace trascender también al mundo de la moda: Etro (casa que lo emplea en cada temporada), Stella Mc Carthney, Balenciaga, Gucci, Dolce & Gabanna, Jill Sander, DKNY son algunos ejemplos de su uso en el diseño de moda en el siglo pasado y el presente.

Lo interesante e intenso de éste motivo es la forma en que ha traspasado fronteras y culturas desde hace siglos y cómo lo encontramos vigente no sólo en ropa, sino en accesorios, blanquería, juguetes, joyería. La trascendencia parece ser su clave y su constante. Su ubiciudad y permanencia  se deben, quizás, a ser un símbolo de eternidad.

María de la Cruz Rojo
Croix Asesoramiento de Imagen

Notas

(1)    Ver al respecto:



(2)    Hay quienes mencionan al Buta como una representación del Yin y el Yang “a medias”. Aquí cabe una dosis de empirismo: más allá de un relativamente moderno uso del motivo durante el S. X en los trabajos de estuco de Nishapur (ciudad situada al noreste de Irán), no hay otros ejemplos de base empírica que comprueben una conexión o uso del Buta para representar el Ying y el Yang. Al respecto, seguimos la línea de K.E. Eduljee en sus estudios sobre el Zoroastrismo (ver fuentes).

Fuentes




No hay comentarios :

Publicar un comentario