El genio detrás de la
casa Lanvin.
De un talento
y una genialidad innatas, Elbaz es uno de los pocos que combina moda e
intelectualidad, de lo cual resultan colecciones de una estética deliberada y
perfectamente definida que conjuga practicidad con simplicidad y refinamiento.
Nacido en Casablanca, se muda con su familia a
Israel a la edad de diez años y se considera a si mismo como israelí, sin
embargo, hay críticos que ven influencias de sus primeros años en Marruecos en sus
creaciones.
Luego de estudiar diseño en el Shenkar College
of Textile Technology and Fashion, viaja a Estados Unidos. Trabaja durante dos
años en una empresa especializada en novias y madrinas.
En 1987 comienza a trabajar para Geoffrey Beene,
firma en la que permaneció siete años y dónde se origina su omisión a las
tendencias, comenzando a gestar prendas de estilo atemporal, lo cual constituye hoy uno de sus rasgos de
estilo.
En 1997 ficha para Guy Laroche, una firma demasiado
conservadora a la que pudo añadir sus toques contemporáneos durante sólo un
año.
En 1998 comienza a trabajar para el área de
prêt à porter femenino de YSL; cuando el maestro se retira y fallece, Elbaz,
cuyo talento era completamente reconocido por la casa, iba destinado a convertirse
en el diseñador a cargo, pero la firma fue comprada por Gucci y Tom Ford asumió
la responsabilidad de todas las áreas de diseño.
Fue así como comenzó a trabajar para Krizia durante
un breve lapso que constituyó una transición insospechada: al tiempo que esto
se sucedía, Shaw- Lan Wang adquiría la casa francesa Lanvin y la elección para
la dirección creativa recayó sobre Elbaz. A partir del 2001, remontó la casa a
lo más encumbrado de la moda, recuperó sus diseños delicados y exquisitos, aunándoles
modernidad en una excelente combinación de siluetas: sus diseños se ciñen a la
anatomía femenina como una segunda piel o pueden resultar volátiles y etéreos a
través de telas como la seda o la muselina.
Su trabajo en la maison Lanvin ya lleva doce
años y le ha valido varios galardones, entre ellos el CFDA en junio del 2005,
la Legión de Honor de Francia en 2006, el "Design Star Award" del
International Fashion Group en 2007, la mención del Time Magazine como una de
las personas más influyentes del 2007 y la Medalla de Bronce de la Ciudad de
París en 2009.
Su alquimia entre pasado y futuro en el trabajo
impecable de las telas (de una calidad magnífica) reversiona el patrón genético
de la casa una y otra vez en el uso de colores tradicionales (azul Lanvin),
pedrería y bordados - con el valor agregado de su creación e imaginación- lo
resignifica en la actualidad y le confiere el savoir faire parisiense y urbano
a niveles generales. A esto se le suma su sentido agudo de lo que sus clientas
necesitan.
En un ejemplo práctico: su colección Resort
2014 está inspirada en un número amplio de situaciones dentro del lifestyle de
sus clientes para los que el diseñador ha imaginado - y creado los outfits que
estarían acordes con la ocasión. Los resultados son asombrosos:
María de la Cruz Rojo
Croix
Asesoramiento de Imagen
Fuentes
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