Código Genético. Entre las diferentes líneas de
sangre que conforman la tercera generación de nacidos en Argentina a la que
pertenezco, se encuentra el pueblo libanés. Además de llenarme de orgullo, me
resulta inevitable el cruce de genética y moda, no pudiendo sino admirar la
forma en que el diseño libanés se ha abierto paso en éste mundo a través de
tres grandes exponentes: Elie Saab, Reem
Acra y Georges Chakra. Volviendo al código genético: un rasgo común en los
tres que define y se alza como la gran y magnífica característica de los
diseñadores libaneses: la combinación de telas vaporosas y delicadas con
bordados de ensueño, increíbles, si no fuera porque ellos nos muestran de hecho
en sus pasarelas que sí son posibles. Aparentemente, la clave está en la
nacionalidad...
Analicemos un poco el diseño y la trayectoria
de Saab al respecto:
Nacido en Beirut en 1964, es autodidacta, desde niño diseñó, creó moldes y cosió para su
madre y sus hermanas. En 1981, con 18 años y en el apogeo de la guerra civil,
decide viajar a París para estudiar diseño. Curiosamente, un año después da su
salto cuántico y, aún con el Líbano en guerra regresa a Beirut para presentar
su primer colección en el Casino de Beirut, abrir su primer boutique e instalar
su primer taller (ambos enfocados en el diseño de vestidos de novias, los
favoritos del diseñador). Tuvo una gran acogida del público y atrajo clientas a
partir de su propuesta, mezcla de diseño tradicional de Medio Oriente con
diseño de Occidente.
En los años 90´dió un salto a Europa,
presentando colecciones privadas en Francia y Suiza hasta que en 1997 recibe un
espaldarazo: la Cámara Nacional de la Moda Italiana le otorga en puesto como
miembro de la misma, convirtiéndose entonces en el primer diseñador no italiano
en conseguir ése lugar. A partir de entonces presentó sus colecciones haute
couture (hasta el 2003) y prêt à porter en las pasarelas de Roma y Milán.
En el 2002 el éxito en USA llega luego de
vestir a Halle Berry para la ceremonia de los Oscar.
En el 2003, lo más selecto de la moda europea,
la Cámara Sindical de la Alta Costura lo invita a convertirse en uno de sus
miembros y en julio de ése año realiza su primer presentación como tal en la
semana de la Haute Couture, debiendo declinar sus presentaciones Haute Couture
en Italia. En el 2006 presenta por primera vez en París su colección Ready to
Wear, para la primavera - verano.
Creo que la clave en Saab está en conquistar y
renovar la belleza, como él mismo ha declarado, con prendas que siguen muy de
cerca el cuerpo femenino. Para ello, combina tradición con modernidad, telas
livianas como sedas, gasas, muselinas, encajes, organzas, tules, chifón y satén
con tejidos más pesados como el terciopelo o el tafetán. Su color favorito es
el camel, pero en sus propuestas vemos que el colorido está muy presente, tanto
en tonos vivos como pasteles, pero para
lograr la sutilidad que le gusta, suele elegir un color a la vez para cada
creación, rara vez vemos un vestido en más de un color, el toque está en los
abalorios del bordado que cargan los diseños de una manera en que la variedad
de color no se vuelve necesaria, por otro lado, se vuelve un recurso de estilo.
Insisto en que la fuerza y el impacto del
producto final radica en la combinación tela / bordado, en dónde Saab muestra
con claridad meridiana que Medio Oriente es, por lejos, de lo más logrado en
ésta materia: piedras semi- preciosas (o preciosas, dependiendo de la clienta),
lentejuelas, strasses y cristales Swarovski forman parte de su materia prima la
cual manipula creando efectos aéreos, caídas y formas que brillan, incorporando
el recurso de la luz como parte integrante de sus diseños.
Gran parte de sus creaciones están destinadas a
un público elitista, pero, dando una vuelta de tuerca a ésta cuestión, desde el
2003 diseña trajes de novia para la firma española "Pronovias".
Otra de sus claves es, sin dudas, el
enraizamiento en su Líbano natal. Un origen al que apostó y, sin lugar a dudas,
ganó.
María de la Cruz Rojo
Croix
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Fuentes