Mucho se
ha comentado acerca del escenario supermercadista en el que Lagarfeld presentó
la colección de Otoño de Chanel. La clave radica en el mensaje que el Kaiser
quiere transmitir con ésta atmósfera. Nos resulta claro: la mujer Chanel
también va de compras. El punto está en cómo lo hace. Y, al menos en lo que
respecta a ésta temporada, la respuesta es contundente: con un estilo sport
sofisticado que sigue las líneas simples, propias del ADN de la casa:
Abrigos
de lanilla, jérseis y paño de distintos largos y volúmenes cobraron
protagonismo, seguidos por outfits conformados por pantalones (entre los cuales
prevalecieron los joggins), crop tops o poleras en los que predominó el rosa
seguido por el burdeos. Los conjuntos de chaqueta y pollera acentuaban mucho la cintura, debido
a las volumetrías curvas que se les dió a hombros, brazos (con las mangas
redondeadas propias de ésta temporada) y caderas, lo mismo podemos añadir de
los vestidos, si bien algunas de las líneas simples y rectas, propias de la
casa, también dieron el presente.
Es una
colección de muchas texturas, con un claro foco en el Pop Art y su foco en la
sociedad de consumo, hermosos colores perfectamente combinados, continúa con la
línea de footwear presentada en la colección anterior y conlleva una
concepción, en palabras del propio Kaiser, democratizante de la moda. Chanel al
alcance de todos, ¿será que realmente ha llegado el día en que eso sea posible?
María de
la Cruz Rojo
Croix
Asesoramiento de Imagen
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