Temporada de rebajas. Pero, ¿estamos realmente conscientes de lo que esto
significa? La pregunta, impelida por el documental The True Cost, que hoy recomendamos,
apunta a deshilar la cadena de trabajo que hay por detrás de las prendas, desde
ellas mismas hasta su materia prima, desde las propias semillas, hasta la forma
en que la ropa es desechada, y su destino cuando esto ocurre... Correr el telón
y apreciar cada uno de los procesos del fast
fashion, el impacto de su industria en el mundo, en especial en países pobres
que ofrecen mano de obra para las grandes marcas internacionales, son algunos
de los tópicos de ésta excelente realización producida por Andrew Morgan
(director), Michael Ross, Lucy Siegle, Livia Firth, Vincent Vittorio,
Christopher L. Harvey y Laura PIety. De un alto contenido ético y moral, The True Cost confirma dos grandes cuestiones
a la hora de entender la moda que vendrá: o la moda se vuelve ética, esto es, con un profundo respeto y cuidado por los
recursos naturales y humanos, o la moda no será.
Foto Cortesía http://truecostmovie.com / Photo Courtesy http://truecostmovie.com |
Lanzado el 29 de Mayo de éste año, el documental procura ser un catalizador para el cambio:
Desde su lanzamiento hasta la
fecha, hemos asistido a algunas resonancias. Mientras que en el mes de mayo Zara,
en San Pablo, tuvo que pagar dos multas
equivalentes a ochocientos cuarenta mil reales por incumplimiento de un
compromiso firmado en 2011, referente a trabajo esclavo; en los primeros
días de Julio se celebró en la capital colombiana la segunda edición de Slow
Fashion, evento destinado a difundir marcas y diseñadores con tendencias responsables, y que tiene a Patricia Rincón como gestadora; también por esos días, Hugo Boss anunciaba que no volverá a hacer uso de pieles de animales a partir de la temporada otoño / invierno 2016, para incluir a una generación de clientes contemporáneos que ha revalorizado sus valores éticos y, para mediados
del mismo mes, asistimos a la firma del salario
mínimo para trabajadores textiles en Birmania, un logro que, aún con
acuerdo firmado, todavía está en puja, dado que algunos grupos industriales
amenazaron que relocalizar sus producciones si
el sector textil insiste en obtener un salario mínimo.
Si la tragedia del Rana Plaza no suscitó
ningún cuestionamiento acerca del estado de la industria de la moda de hoy en
día en el lector, The True Cost ofrece una segunda oportunidad desde un llamado
a la toma de consciencia de la forma en que consumimos. La manera más rápida de
entrar en acción, es no contribuir con el fast fashion como
consumidores. La opción es recurrir a marcas transparentes que
garanticen un trabajo digno, la utilización de tinturas naturales o una gran
reducción de químicos tóxicos (tanto para la salud de los trabajadores textiles
como de los consumidores), y la transparencia en todo lo referido a los
procesos de trabajo y comercialización. Al mismo tiempo, evitar comprar aquellas
marcas que recurren al trabajo esclavo en los talleres clandestinos, o a mano
de obra con salarios por mucho, más bajo que cualquier salario digno y que rayan
la servidumbre, es otra medida – imperativa- a tomar.
En Argentina, los talleres
esclavos son una problemática dura que no es afrontada con el rigor de derecho
necesario debido a los intereses político/económicos que hay por detrás, junto
a sus protagonistas. La Fundación
Alameda es una asociación que ha trabajado, desde sus inicios, en denunciar
el funcionamiento de estos talleres y quienes están implicados. Desde la
creación de un comedor escolar, hasta la necesidad de relocalizar a estos
trabajadores, surgió Mundo Alameda,
marca de indumentaria de producción y consumo responsable. Y hay más: Soho coop, Onda Orgánica, Abundancia por Designio,
Sofela Paz Faldas, Me voy lejos, Cúbreme, Vero Vira, Chunchino Eco – Bebé, Koi Eco Baby, entre otras, todas
participantes del desfile “Ropa Limpia”, organizado por la Fundación Alameda
bajo la consigna Trabajo Digno y Ropa
Limpia, que se llevó a cabo en el Mercado de Economía Solidaria de
Bonpland, el pasado 13 de Junio. No queremos dejar de agregar a la Asociación YoNoFui, de la que
participa nuestra amiga, la diseñadora Marcela Bonifacio, brindando talleres de
capacitación para las reclusas de Ezeiza, que cuenta con un showroom en el que
podemos apreciar la producción artística y de oficios que ofrece un rol
productivo y un nuevo comienzo para muchas mujeres.
Tanto el propio documental como todos
los sucesos que hemos narrado relacionados con la problemática, apuntan a lo
mismo: el quiebre paradigmático necesario
de la industria. En qué rol nos posicionamos con respecto a esto, queda, de
manera igualmente necesaria, en
nuestras manos. Por acción u omisión, las consecuencias que éste
posicionamiento desencadene, estarán llamando a nuestra puerta.
María de la Cruz Rojo
Croix Imagen
Fuentes
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