Seguimos en tema textiles con
productos reciclados. A los Natuh
de la colombiana Ecohilandes y los Bolsos Ecológicos del Perú, hoy sumamos otra
alternativa ante los diversos problemas que atraviesa la producción industrial
de algodón, la cual emplea demasiados químicos y agua; se trata de tres propuestas a partir de fibra de frutas.
Textil hecho con tallos de banano. Foto Cortesía Offset Warehouse / Photo Courtesy Offset Warehouse |
Tallos del Banano
Cada año, alrededor de mil
millones de toneladas de tallos de banano son desechadas, a pesar de la
investigación que indica que sólo se requerirían 37 (treinta y siete) kg. de tallos para producir
un kilogramo de fibra con la cual, aseguran,
se obtiene un textil de textura suave, que puede compararse con el cáñamo o el
bambú. En el año 2012, el Instituto de Investigación de Filipinas concluyó que
las plantaciones de banano -sólo en ése país- pueden generar alrededor de 300.000 toneladas
de fibra que puede emplearse para producción textil. La compañía ecotextil Offset Warehouse ha reconocido los
potenciales de la fibra del banano y en la actualidad se ha asociado con una
ONG nepalesa para garantizar que la producción de estos textiles contribuyan a
apoyar al sector artesanal, con ello apuestan a las habilidades locales, por
las cuales los trabajadores reciben una retribución justa y operan en
condiciones laborales seguras. Charlie Ross, fundadora
de Offset Warehouse afirma que el
material es perfecto para chaquetas, faldas y pantalones.
Productos hechos con Piñatex. Foto Cortesía Ananas Anam / Photo Courtesy Ananas Anam |
Hojas del Ananá
En éste caso, debemos hablar del
quehacer de Carmen Hijosa, quien fundó Ananas Anam, luego de muchos años de
investigación (también en Filipinas) y de haber logrado una fibra a partir de hojas
de ananá (subproducto de la cosecha), con las cuales fabrican Piñatex, un textil alternativo
para los usos del cuero y de aquellos a base de petróleo. Dichas hojas son desechos que no necesitan
tierra adicional, agua o fertilizantes para crecer. Preparar el material
también es beneficioso para las comunidades agrícolas. El proceso industrial utilizado para producir
Piñatex produce biomasa, que se puede convertir en un fertilizante que los
agricultores pueden utilizar para el crecimiento de la próxima cosecha. El
material, de una apariencia similar a la lona, también es biodegradable. A su vez,
Hijosa y sus colegas están trabajando en el modo de asegurar que el
recubrimiento también sea sostenible y libre de tóxicos. Los prototipos
iniciales muestran que Piñatex puede utilizarse en la creación de zapatos y
bolsos, aunque debemos esperar un tiempo para encontrarlo en el mercado.
Textil realizado con cocona. Foto Cortesía Sleep 37.5 / Photo Courtesy Sleep 37.5 |
Cáscaras de Coco
El coco, además de su carne,
leche y agua, también tenemos sus cualidades fibrosas. Un millar de cocos
pueden producir 10 (diez) kg. de fibra y, por lo general, se obtiene una cosecha
cada 30 / 45 días. Tog 24 y North Face son dos de las empresas que han
adoptado cocona, un textil que opera
bajo el nombre 37.5 Technology
y que se produce a partir de una combinación de cáscaras de coco y materiales
volcánicos, y cuyo empleo reduce cada vez más la utilización de materiales
sintéticos. Un vocero de 37.5 Technology
asegura que es un buen material para la creación de ropa deportiva, ya que está
diseñado para mejorar el rendimiento. A su vez, las fibras pueden convertirse
en carbón vegetal a base de residuos biológicos, que puede utilizarse como fertilizante
orgánico en agricultura, con él podría mejorarse la calidad del suelo, reducir
el uso de pesticidas y asegurar que toda la cadena en la que participa la
cáscara de coco sea circular.
Tres alternativas espectaculares
que reducen significativamente los grandes costos a nivel de recursos naturales
de textiles como el algodón o el cuero. Por ello esperamos que tengan un
desarrollo amplio y exitoso. Cuentan, a su vez, con nuestro apoyo total.
María de la Cruz Rojo
Croix Imagen
Fuentes
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