Suelo comentar acerca de los
diversos disparadores que generan los contenidos de Croix. Su génesis es de lo
más variopinta, sin embargo, en ésta oportunidad, el origen de éste artículo
tiene una sencilla razón de ser: la consulta al respecto de una querida amiga.
Hay un bebé al llegar. Podemos
imaginar la miríada de regalos tanto de abuelas como de tías y tías postizas que
van a colmar la futura habitación de ropa, juguetes, blanquería y otros enseres
relativos a la limpieza y cuidados del bebé. La pregunta entonces es, ¿cuál
puede ser un regalo que se corra de las áreas que ya están cubiertas, y que
pueda tener una verdadera utilidad y cierto plus, un “qué” especial como presente?
Hemos pensado en dos ejes: por un
lado, cubrir el área relativa a la relación madre / hijo que ya ha comenzado
pero que va a ir afianzándose luego del parto: mamá y bebé tendrán que ir
conociéndose y adaptándose el uno al otro, al mismo tiempo, es una etapa dura
para la mamá, exigida de manera física y no hay que descartar que las hormonas
puedan jugarle una mala pasada, lo cual representa un tema a cubrir. Por otro
lado, para que haya un toque especial que transmita el cariño de nuestros
regalos, pensamos en apelar a la cultura del DIY, y elaborar una serie de
productos, bonitos, útiles y, como ya dijimos, llenos de cariño.
En resumen, proponemos armar una
canasta, o cesta, o una linda caja (hechas por nosotros o no), en la que
armaremos un pequeño arsenal de cosas lindas y prácticas que cubran algunas
necesidades de la primera etapa de la mamá con su bebé.
Al respecto del recipiente en el
que presentaremos nuestros regalos, es impresionante la cantidad de opciones
que encontramos para elaborarlo nosotros mismos. Como ya mencionáramos, cestas,
canastas, cajones o cajas reciclados, cajas de cartón y hasta baldes metálicos
pintados pueden funcionar. He aquí algunas ideas:
Canastas y Cestas
Si la elaboración de nuestra
cesta resultara una empresa ardua, podemos optar por otras opciones: reciclar
cajas de madera decorándolas con motivos a carácter es, para los que se apañan
en los trabajos manuales, una de ellas. Comprar una caja nueva para pintarla y decorarla
nosotros mismos es otra. Aquí algunos ejemplos:
Y como mencionamos antes, hemos
vistos baldes metálicos haciendo las veces de cesta para contener los
productos:
Ya tenemos el objeto que va a contener
nuestro set de regalos. Comencemos con ellos.
Mencionamos el desarrollo del
vínculo madre/hijo. Comenzar a conocerse entre sí implica el inicio de una nueva
etapa. Para fomentar éste conocimiento, les proponemos la práctica del
Shantala, el milenario masaje indio, practicado de madres a hijos, para ayudar
al niño a adaptarse a las nuevas condiciones fuera de la pancita de su mamá.
Nos permitimos, al respecto, transcribir unas líneas completamente
ilustrativas:
“Las semanas que siguen al nacimiento son como la travesía de un
desierto. Desierto poblado de monstruos: las sensaciones nuevas que desde
adentro se lanzan al asalto del cuerpo del niño.
Después del calor del seno materno, después del loco abrazo que es el
nacimiento, la soledad helada de la cuna. Y luego surge la fiera, el hambre,
que muerde al bebé en las entrañas.
Lo que enloquece al desdichado niño no es la crueldad de la herida. Es
su novedad. Y esa muerte del mundo circundante que le da al ogro proporciones inmensas.
¿Cómo calmar tal angustia? ¿Alimentar al niño? Sí, pero no solamente con leche.
Hay que tomarlo en brazos, hay que acariciarlo, acunarlo. Y masajearlo. Hay que
hablar a la piel del pequeño, hay que hablarle a su espalda, que también tiene
sed y hambre, igual que su vientre.
En los países que han conservado el sentido profundo de las cosas, las
mujeres saben todavía todo esto. Aprendieron de sus madres, enseñaron a sus
hijas este arte profundo, simple y muy antiguo que ayuda al niño a aceptar el
mundo y lo hace sonreír a la vida.” (1)
El libro nos pone en contexto con
las primeras semanas del recién nacido y da paso a la serie de técnicas propias
de éste masaje. “
Shantala, un arte
tradicional, el masaje de los niños”, de Frédérick Leboyer, editado por
Editorial Lancelot es uno de nuestros grandes recomendados para obsequiar en
ésta oportunidad. Lo recomendamos mucho, es un hermoso regalo para contribuir
con el desarrollo vincular
mamá y bebé.
Para realizar éste masaje se utiliza aceite entibiado previamente. Por supuesto
hay que evitar el uso de aceites minerales y optar únicamente por aceites
naturales. En India, las mujeres emplean aceite de mostaza en invierno y aceite
de coco en verano. Nosotros proponemos para nuestra cesta el
aceite
de almendras de Swiss JUST, elaborado con materias primas completamente
naturales y de alta calidad. Otros productos de la misma marca que recomendamos
mucho son: la
crema
de lavandas para el bebé, que evita paspaduras y la
crema
herbal corporal de caléndula, sumamente nutritiva para la mamá, que promueve la renovación
celular y ayuda a reducir la aparición de estrías, al mismo tiempo, es ideal
para preparar los pezones para amamantar y evitar el agrietamiento durante la
lactancia (2). Encontramos más opciones para masajes y cuidados para la mamá y
el bebé en la línea “Mamá y Bebé” de Natura, su
óleo
vegetal para higiene y masajes también es indicado para la práctica de
Shantala. Y, como en el caso de JUST, la mamá, a su vez, también cuenta con productos para su cuidado:
el
óleo vegetal para baño evita la resequedad de la piel durante el embarazo,
la
emulsión auxiliar para prevención de estrías, previene suavemente sin dejar
una capa oleosa y, sumamente importante, tenemos un
gel
para cuidado de piernas y pies que minimiza el cansancio - otro gran
recomendado - (3).
Otro gran punto a considerar es la
forma de acompañar y cuidar a la mamá en la primer etapa y propiciar
situaciones armónicas para el entorno del hogar. Es fundamental que la mamá esté calma y viva con tranquilidad todas
las situaciones que se vayan presentando, e incluso que pueda manejar bien su
cansancio. Por ello, todo aquello que contribuya a que sus momentos de
descansos sean profundos y reparadores, será de gran utilidad, como también
crear ambientes serenos y agradables. Para todo ello contamos con varias
opciones. Una de ellas, apelar al relax en el momento del baño, ya sea de la
mamá o el bebé, para lo cual recomendamos incluir en nuestra cesta el
Baño
de melisa Swiss JUST. Amantes de la música pueden elaborar un tracklist con
una colección relajante y armonizadora para el ambiente. Los sonidos naturales,
como las piezas clásicas, son sumamente sugeridos. Aunque suene anticuado, el
formato CD puede ser indicado para colocar en nuestra cesta de regalos. A continuación, algunas propuestas:
Una forma de conciliar profunda y
tranquilamente el sueño, es la utilización de aromaterapia. En éste punto,
retomamos algunas viejas tradiciones. La elaboración de un popurrí para colocar
en las almohadas de madre e hijo nos parece una excelente idea. Elaborarlo con
lavanda es nuestra gran recomendación. Al combinarla con Ylan Ylang y Camonila
se genera una mezcla relajante, calmante y armonizadora. Otra combinación muy
buena es espliego y eneldo, un mix que induce al sueño, en tanto la combinación
de camomila y tomillo, dicen, evita las pesadillas. Compartimos una linda
historia de la mano de los popurries. Es sabido que las madres europeas
confeccionaban almohadas con lavanda para sus hijitos, para que ellos supieran,
según cuenta la tradición, que siempre serían amados. El popurrí puede
colocarse entre la almohada y su funda, o bien podemos confeccionar una almohada y/o almohadón que directamente lo contenga, asegurándonos con ello un aroma (y sus
beneficios) permanentes. Elaborar un popurrí es tarea sencilla:
Cómo
elaborar un popurri
Podemos utilizar nuestras propias flores, puestas a secar, directamente de nuestro jardín.
A la hora de decantarnos por los
aceites esenciales que utilizaremos para elaborarlo, volvemos a sugerir los de
Swiss JUST:
lavanda,
manzanilla,
armonía.
Cuando el popurrí está listo, lo
colocamos en una bolsita de tela y lo cerramos con una cinta. Ya está listo
para usar.
Como mencionamos, podemos agregar
el popurrí internamente a almohadas y almohadones, también hechos por nosotros
mismos, para ello, elegimos unos divertidos:
Por último, pensamos en ofrecer a
la mamá (lo cual redundará indirectamente en el bebé) un cuidado mas interno,
por lo cual, una mezcla de hierbas relajantes nos parece igual de buena que la
aromaterapia en acción de los popurries. La camomila vuelve a presentarse como
protagonista a la hora de calmar nervios y emociones, adquirir una bien
natural, fresca, y colocarla en un lindo frasco suma un punto más en nuestra
cesta de regalos, en gran medida, artesanales. Una combinación tranquilizante
la forman el mix de camomila, menta y pasionaria.
Representa otra buena opción. A su vez, utilizar frascos decorados, nos permite
jugar con respecto a tamaño y forma, incluso en la manera de colocar cada uno
de los ingredientes. Las posibilidades son muchas, aquí algunos ejemplos:
Éste es nuestro conjunto de
sugerencias para regalar en un momento tan especial. Cuidan, protegen y miman.
Tiene, a su vez, una gran carga personal que parte del trabajo artesanal que
vayamos a aportar al conjunto. Como sea, estamos seguros que serán muy bien
recibidos, por la mamá y su bebé.
María de la Cruz Rojo
Croix Imagen
Notas:
(1)
Leboyer, Frédérick, “Shantala, un arte
tradicional, el masaje de niños”, Buenos Aires , Editorial Lancelot, 2010
(3)
Para consultas y / o pedidos de productos
Natura, contacten con Cristina Riviere, nuestra consultora zonal:
cristinariviere@yahoo.com.ar
Bibliografía
Leboyer, Frédérick, “Shantala, un arte tradicional, el
masaje de niños”, Buenos Aires, Editorial Lancelot, 2010
Keville, Kathi, “Hierbas para la salud. Guía completa de
recetas medicinales”, Barcelona, Oniro, 1996