viernes, 27 de febrero de 2015

Razones para usar colores primarios

La elaboración de éste artículo tiene dos entradas -relacionadas entre sí- como razón de ser: la primera de ella es el revival – casi permanente- que vive dentro del mundo de la moda la icónica obra de Piet Mondrian: Composición en Rojo, Amarillo y Azul, punto que a su vez funciona como corolario de nuestro artículo  “La Historia del Vestido Mondrian” (1) y que las pasarelas de cierre del 2014 (Balmain, Alexander Wang, Junya Watanabe, Castelbajac, Céline, Carven, Ralph Lauren, etc) respaldaron mostrando, una vez más, su influencia indiscutible.

A partir de 1921 (año de creación de dicho cuadro) Mondrian acotó su paleta al estricto uso de colores primarios acompañados por acentos en blanco y negro, sumando su abstraccionismo, la geometría más los colores puros generaban un ineludible impacto de color. ¿Por qué? Aquí debemos adentrarnos necesariamente en los campos de la colorimetría y psicología del color. Los colores impresionan (porque se ven y perciben), expresan (provocando reacciones y emociones –o evocándolas-) y construyen imagen (por comunicar y ser simbólicos). Esto constituye una gran clave dentro – y en otros ámbitos y disciplinas más allá - de la moda. Transmiten matices psicológicos (seriedad, confianza, agresividad, etc.) y si bien la sensación y vivencia de ésta transmisión es individual, encontramos su raigambre en la herencia o tradición cultural. A su vez, debemos mencionar que  éstas características entran en juego contextualmente: el color y su impacto están en relación con el entorno y sus colores, el acorde cromático determina el efecto en que percibimos el color principal. Volvamos a la paleta de primarios de Mondrian, a la psicología del color y a su análisis. De acuerdo con ello encontramos que rojo y amarillo son considerados cálidos en el espectro y se consideran excitantes, en tanto que el azul, considerado un frío, es relajante.  

El rojo representa las pasiones- todas ellas-. Es el color de la alegría, de lo atractivo, del deseo, de la felicidad y la extroversión, se asocia con características masculinas (fuerza, valor, actividad y agresividad), es el color del crepúsculo, del erotismo; expresa pasión, energía, dinamismo, talento y coraje. El rojo da la bienvenida. Llama la atención (con buenas condiciones de iluminación), otorga poder y pide reconocimiento. Provoca calor o calidez, es activo y si aparece como color dominante, genera agresividad. Era el color favorito del magnífico Goethe que lo definía como: “el sublime tono que embriaga con una satisfacción inexpresable, ya que se eleva por sobre el amarillo y el azul, más allá de lo positivo y negativo, encontrándose en el punto máximo de esplendor cromático”.  Es tal vez debido a ello que tiene protagonismo en el lienzo de Mondrian y en el de Saint Laurent. Es el color que perciben primero nuestros ojos, capta – como decíamos- la atención de manera inmediata, pero la luz tiene que ser buena, porque en la oscuridad nuestro registro lo percibe ennegrecido o negro. El amarillo es el color del sol y por eso está asociado a sensaciones relacionadas con la energía. Transmite alegría y se relaciona con la diversión, el placer, la amabilidad, lo espontáneo, impulsivo y triangular. Es el color de los celos (por ello algunos lo consideran antipático). Cálido, luminoso e intenso transmite positividad y optimismo. Simboliza abundancia y riqueza. Representa el nuevo espíritu o la energía joven y por ello es un color que les encanta a los niños. También es muy empleado en actividades de movimiento (como gimnasia) y, al igual que el rojo, funciona muy bien cuando la necesidad de ser visualizado es una medida de seguridad (como en el caso de corredores o ciclistas), provoca sensación de calor o calidez, es excitante de las vías nerviosas y las ondas cerebrales y aumenta la energía del individuo. La combinación de ambos transmite sin dudas energía y vitalidad.  

El azul, por su parte, viene a balancear tanta intensidad. Ofrece una amplia gama de tonalidades con significados variados. En líneas generales es un color conservador que representa confianza, compromiso y respeto. Por ello se suele asociar a lo masculino en el vestir. Proyecta credibilidad porque alude a los elementos naturales que no han sido alterados por la mano del hombre (como el mar o el cielo). También es el color del agua, del descanso, de lo femenino. Es apacible, pasivo y se relaciona con la introspección. Se relaciona con la simpatía, la armonía, la confianza, la lejanía, la vastedad, lo grande, la inteligencia y las cualidades intelectuales, de la ciencia y la concentración, de lo práctico y lo técnico. Es un color ambiguo, dada la simbología que sustenta, que también representa a la nobleza, el misterio y es el más raro en el reino natural. En presencia del rojo actúa como contrario, produciendo un efecto llamativo de contradicción (caliente – frío, corporal-espiritual, masculino-femenino, activo-pasivo), de ahí su efecto compensador.

En definitiva, los colores puros funcionan actuando sobre muchos aspectos de nuestra vida cotidiana (2).  Mondrian sin dudas no era ajeno a su efecto y en lo que respecta a su obra lo empleó con éxito: su “Composición en Rojo, Amarillo y Azul” tiene la combinación de forma y color precisa para ganar atemporalidad, romper las barreras de lo artístico y trasladarse a otros terrenos. En moda tiene un lugar ganado entre los diseñadores, que encuentran en su geometría simple y su paleta de primarios el paso hacia ésa esencia buscada por Mondrian, que les permite seguir recreándola y que a nosotros como usuarios nos permite gozar de los efectos beneficiosos de llevar prendas con colores puros.

María de la Cruz Rojo
Croix Imagen

Notas


(2)    Esto no significa que secundarios y terciarios no lo hagan, pero el artículo se centra en la influencia del cuadro de Mondrian y la utilización de primarios.

Fuentes bibliográficas

Aubele, Carolina: “Secretos del Vestidor”, Buenos Aires, Aguilar, 2012 (reimpresión de la 1° edición)

Heller, Eva, “Psicología del Color”, Barcelona, Gustavo Gilli, 2014

Rodriguez Escanliano, Hernandez Herrarte, “Lenguaje no Verbal”, La Coruña, Netbiblo 2010

Theroux, Alexander “Los Colores Primarios, Tres Ensayos”,  Buenos Aires, La Bestia Equilátera, 2013



No hay comentarios :

Publicar un comentario