Romina Reinoso y Josefina Schargorodsky parten
de le experimentación de texturas y formas para definir como imagen de la temporada a una mujer
volátil y femenina. Al igual que muchos diseñadores en los últimos tiempos, no
agotan la prenda en la producción propiamente dicha, sino que consideran la
experiencia de uso de las mismas, por lo cual centraron el desarrollo de la
colección en el contacto de la prenda con el cuerpo.
Bajo éste eje directriz, era evidente que la
elección de los textiles debía ser cuidadosa y coherente. Optaron por aunar
materiales nobles e innovar con agregados. Tras un viaje a Colombia, se
hicieron con las materias primas que
iban a inspirar y a la vez dar vida a ésta colección: taftán elastizado,
gabardina alemana, organza suiza, avíos y piedras como ágatha, cuarzo, murano y
nácar.
La elección de la paleta recayó en lo que las
chicas definen como "la versión
invernal de los colores que identifican a la marca": natural, rosa
viejo, tinaja, rojo y algunos acentos en negro y azul. Liberadas relativamente de las tendencias a
la hora de elegir color, optaron por neutros a los cuales levantan con impacto
con las prendas en rojo (un claro ejemplo de esto es la campera MARK).
María de la Cruz Rojo
Croix Asesoramiento de Imagen
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