Luego de 13 años en el mercado de la moda
nacional, Lucila Negri se siente amada. Quizás porque en los últimos tiempos ha
conformado un ecosistema que le recuerda que lo es y la inspira para crear a
partir de esto. Más allá de su momento personal, su espacio en Tigre en el
Boulevard Saenz Peña (un precioso paseo de moda y diseño) es una panacea que
brinda ése instante para inspirar y pensar en las cosas buenas de la vida y de
nuestros afectos.
En el caso de Negri, esas sensaciones, esos
recuerdos y evocaciones han quedado plasmados en una colección que lleva el ya
definitivo sello de la diseñadora: color block, pocos neutros (como para dar
apenas una base), líneas modernas que
combina de forma divertida, polifuncionalidad para adaptar las prendas a las diversas
actividades que trae el día y para adaptarlas a cada tipo de cuerpo, y textiles
que también permiten suma adaptabilidad. De alguna forma, el abanico creativo
de Negri y su estudio sobre los cuerpos, permiten que una única prenda pueda vestir
diferentes volúmenes y formas, rotarse y transformarse; eso siempre vuelve su
propuesta muy atractiva.
En el caso de AMADA puntualmente, el otoño
invierno para Negri es radiante: como mencionábamos, la diseñadora usa los
neutros en una medida apenas necesaria (en negro, grises y crudos) con un toque
que me resulta distintivo: el azul petróleo en los inicios de la marca
funcionaba como neutro, Lucila no utilizaba negro ni blanco. Hoy en día éstos
últimos se suman y ése azul queda, a la vez, utilizado como en los primeros
tiempos. Lo cual es genial, porque otro tono que Lucila usa desde mucho antes
que se impusiera el block, es el naranja shocking, que con su azul combina de
maravillas. Más sobre la paleta actual: encontramos verde y turquesa, burdeaux, camel; dentro de los más cálidos
usa un violeta con un brillo muy lindo que nos ilumina y nos
deja muy frescas, fucsia, naranja, rojo y tierras que dan vida a pantalones
(recomendamos ver los Oxford que están espectaculares ésta temporada), sacos,
poleras, sweaters y vestidos. Las
polleras viven un capítulo aparte: en diferentes líneas, encontramos las
magníficas evasé, la "medioevo" (que conforma la colección "Clásicos
de Lucila Negri", por lo cual se repone cada temporada), las faldas kimono
y la godel, éstas últimas dos son propuestas en faldas que no pueden dejar de conocer.
Para hacer las prendas confortables y
"habitables" (citando a la diseñadora) los textiles vienen con una
"ayuda": satén con spandex o con elastano estampado, jeans con
spandex, algodón con modal, algo de plumetí, lanilla melange y hasta terciopelo
con spandex.
Un detalle, la mujer de Negri es AMADA pero no
por ello es vulnerable, se encuentra
"ARMADA" para el invierno: sumando un poco de tendencia, Lucila
incorpora tachas a la "falda godel", que -en el
análisis final- se volvió la prenda
icónica para Croix de la colección Negri de ésta temporada.
Un nuevo espacio consustanciado con lo natural
le ha permitido a Lucila Negri acentuar los rasgos de identidad y estilo de su
marca lo cual queda plasmado en el Otoño Invierno 2013 en la colección que
lleva por nombre AMADA.
¿Cómo es ser AMADA para Lucila Negri en término
de colecciones?
Desde su facebook podemos salvar ésta
curiosidad:
... aunque nuestra recomendación, porsupuesto,
es que vayan a su local en el Boulevard Saenz Peña en Tigre, un paseo de moda y
diseño que relaja e inspira.
María de la Cruz Rojo
Croix Asesoramiento de Imagen
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