Finales del 2017. El mundo parece
estar en llamas. En respuesta al fracaso de la globalización asistimos a la
vuelta de los neoliberalismos voraces acompañados a su vez por regionalismos reforzados por un óptimo sentido de la
oportunidad, sumados a la coyuntura –pareciera eterna-de las crisis
político-religiosas de Medio Oriente y su correlato –y manifestaciones- en éste
lado del mundo; el medio ambiente adolece por el calentamiento global y
resquebrajamiento de los hielos polares como una de sus consecuencias (como
hace tiempo denuncia Westwood desde Climate Revolution), contaminación de
las aguas, alimentos tóxicos y una lista que infelizmente excede los límites de
éste artículo.
Ésta introducción de tintes
alarmistas nos sirve de preámbulo y soporte para el abordaje del análisis del
color rojo y su simbología, intensidad, situaciones de uso y aspectos
psicológicos.
Para ello, es bueno recordar que
éste análisis vale para el rojo puro, los rojos cálidos, los brillantes y las
variantes terrosas y las frías, no categorizan sus tonos livianos (como rosas)
o mezclados (como fucsias) o demasiado oscuros (como el burdeos).
Desde los aspectos positivos de
la psicología del color, tiene mucho para ofrecer: festivo, energizante,
dinámico, decisivo, vigorozo, independiente, ambicioso, apasionado, generativo,
es un buen color para llevar acompañando nuevos y frescos comienzos. Por ello es el color con que se casan las novias en India, ya que se considera que trae fertilidad y prosperidad. Es un
color que trabaja sobre la seguridad, la asertividad y lo excitante. Nos dice
Carolina Aubele desde su “Secretos del Vestidor” acerca de él: “El rojo es el color de la sangre. Expresa
energía, pasión, talento y coraje. Los labios rojos se presentan como un objeto
de deseo para el hombre. El rojo da la bienvenida. Simboliza lo irresistible y
en otras épocas simbolizó también la liberación sexual femenina. Es el color
del erotismo. El rojo llama la atención, dice: “aquí estoy”, otorga poder y
pide reconocimiento. En un atuendo importante, es agresivo e intimidante y
muestra una seguridad implacable. Es maravilloso si se tiene la fuerza para
llevarlo, pero si no se está de ánimo, es preferible llevar un atuendo de otro
color a parecer un vestido rojo con alguien adentro. No es un color muy
adecuado para una primera cita o una entrevista de trabajo, ya que induce al
acercamiento directo y se aleja de lo sutil. Más sexual que sensual, simboliza
también las bajas pasiones.”
Como su uso está en relación al
mensaje que queramos transmitir, debemos tomar en cuenta algunas consideraciones
al respecto, y es que tanta intensidad puede llegar, fuera de balance, a pasar
por agresivo, dominante, autoritario o amenazador; se puede confundir también
con una personalidad malhumorada, impaciente o incluso insensata. La clave está
en una combinación acertiva entre personalidad, estado de ánimo y situación de
uso. En líneas generales, es bueno llevar rojo en aquellas ocasiones en que
queremos ser reconocidos, o para captar la mirada de alguien; para
proporcionarnos un estímulo energético si estamos cansados; para atraer al sexo
opuesto (cuidando que no sea demasiado abrumador) o para proyectar autoridad
(al igual que en el caso anterior, es bueno llevarlo en acentos, para no caer
en una proyección autoritaria; por ejemplo, usar una camisa roja con un traje
gris topo o neutro). Es preferible evitar llevar rojo si estamos muy cansados o
estresados, porque puede exacerbar las tensiones tanto externas como internas,
o si no estamos preparados para defender nuestra posición. Tampoco es bueno
usarlo si van a presentarnos a nuestros parientes políticos o, como en la cita
de Aubele, para una entrevista de trabajo, porque parecerá que solo estamos
ocupados en nosotros mismos y no en el trabajo en equipo; o si nos encontramos
llevando adelante una reunión de trabajo en la cual queremos que el resto de
los integrantes aporten ideas: nadie tendrá sugerencias por temor a
contradecirnos. En televisión, tiene la tendencia de difuminarse en los bordes por saturación, sólo los sets con alta tecnología manejan bien invitados
vestidos de rojo. Al igual que estos últimos, nosotros también podemos manejar
bien el rojo en vestuario y accesorios, y cualquier otro color, si nunca
perdemos de vista el eje identidad / entorno. Esa es la clave.
María de la Cruz Rojo
Croix Imagen
Fuentes
Aubele, Carolina: “Secretos del
Vestidor”, Buenos Aires, Aguilar, 2012 (reimpresión de la 1° edición)