En la era de las
especializaciones, la selección de contenidos es una labor que exige agudizar criterios.
Y si bien en Croix hemos trazado un esquema que nos auxilia en gran parte de la
tarea, lo que tenemos bien definido es un comienzo por todo lo alto: la semana
de la Alta Costura siempre marca el inicio de nuestros contenidos anuales. A un
material tan rocambolesco, lo que sigue no puede irle a la saga, y es por ello
que -siempre- el próximo artículo, a modo de continuidad, es dedicado a un diseñador
couturier. Pero en éste caso cabe una consideración más; analizando la grilla
de la Semana de la Alta Costura Enero 2017, tan poblada de diseñadores de
medio oriente, notamos una ausencia que plantea una pregunta difícil de eludir:
dónde está Krikor Jabotian?
Dueño de un extraordinario
talento natural, él mismo define los inicios de su vocación como todo un
cliché: en su infancia, era un apasionado por el estilo de vestir de su madre, de
su guardarropas y por hacer vestidos para las muñecas de sus hermanas. Con éste
background (que fue el de muchos), en el año 2005, a la edad de 18 años,
ingresa a la École Superieure des Arts et Techniques de la Mode (ESMOD), en
Beirut, para graduarse en junio del 2007, a la edad de 21 años. De su
graduación en la Esmod pasa directamente a trabajar en el departamento creativo
de Elie Saab, en el que permanece durante siete meses. Allí, desde el aspecto
creativo, aprendió cómo utilizar el bordado, es entonces cuando comienza con
sus investigaciones acerca de combinación de materiales, colores y formas y a
crear sus propios patrones de bordados. Desde lo empresarial, lo ayudó a
construir sus propias bases y lo orientó en cómo crear su propia marca. Fueron
siete meses intensos, ciertamente, tras los cuales Krikor fue invitado por la Splash Emerging Talent Competition a
presentar su primer colección “Une noce funebre”
en el Dubai Fashion Week, siendo seleccionado como uno de los tres jóvenes diseñadores
de Oriente Medio del año. En agosto del 2008, muestra su colección “Les Fleurs Bleues” en el showcase del
Faraya Mzaar, presentándose junto a otros tres jóvenes diseñadores libaneses,
en colaboración con la Maison Rabih Kayrouz y el Faraya Mzaar. Luego de ésta
exposición, fue seleccionado por la Starch
Foundation (1) para exponer sus creaciones por, al menos, dos temporadas,
en la boutique que la fundación tiene en Beirut. El impacto causado en éste
showroom marcó el comienzo del atelier Krikor Jabotian.
En agosto del 2009, abre su primer atelier en Abdul Wahab Al Inglizi´s street, en Beirut, contaba con 23 años.
Allí presentó sus siguientes colecciones para, en agosto del 2011, mudarse para
Tabaris y presentar la impactante “Le
Fille Du Temple”. Desde entonces
continúa trabajando en su mix & match “detalles de Medio Oriente +
sensibilidad europea”. Nada que Saab no nos haya presentado, pero Jabotian trae
algunos aires nuevos que lo acercan, a su vez, al trabajo de Murad: sus vestidos son increíblemente estructurados, de
siluetas modernas a la vez muy onduladas y fluidas, destacan aquí su trabajo
con cinturas fruncidas y el peplum merece un capítulo aparte, ambos aparecen
como desbordes extraordinarios, creados a partir de adelantos tecnológicos en
el corte del patrón. Al definir su trabajo, él puntualiza la atemporalidad, la
herencia, el estilo y la tradición conjuntamente con la innovación. Estamos
ante alta costura, sí, pero, al igual que Van
Herpen, utiliza la tecnología y el corte 3D da el presente.
Si advertimos, “innovación” es la
única palabra en referencia a lo contemporáneo. Y es que en sus creaciones, además de servirse de los adelantos tecnológicos, impera el estilo de medio oriente: un trabajo artesanal con
tejidos opulentos como materia prima sumado a una ornamentación preciosista (bordados esculturales
con cristales incrustados que brillan en la capa externa de los vestidos, bordados florales en
hilos dorados, rebordes de perlas, etc.), que dan como resultado figuras espléndidamente
esculturales, con formas voluminosas y lujosas con un plus de volumen por sus
cortes diferentes y únicos que tienen como base una filosofía de diseño con foco en lo elaborado, femenino y dramático.
Una carrera meteórica y un
trabajo denodado lo llevan a posicionarse hoy por hoy como el Príncipe de la Alta Costura de Medio Oriente,
heredero de figuras como Elie
Saab o Zuhair
Murad.
No dudamos, se trató de la gran
ausencia de nuestro comienzo dorado.
María de la Cruz Rojo
Croix Imagen
Notas
(1) Starch Foundation es una organización
sin fines de lucro fundada por la Maison Rabih Kayrouz y Tala Hajjar, en
colaboración con Solidaire, que ayuda a lanzar a los diseñadores libaneses
emergentes.
Fuentes