Con el halo de la alta costura
aún gravitando en el aire, decidimos darle continuidad a dicha estela desde un
punto sutil: las fragancias. Una de las grandes casas francesas en materia de
ellas es, sin lugar a dudas, Guerlain. Por ello, nos detenemos en una síntesis
somera de “Guerlain: Perfume Bottles Since 1828” (1), libro que recopila sus botellas más
icónicas, llenas de glamour y sofisticación, en cuyo prólogo, Jean Paul
Guerlain expresa:
“En una época en que la mayoría de los perfumistas no pensaban en las
botellas más que como meros contenedores, mis ancestros entendieron rápidamente
la relación que subyace y conecta las botellas y sus preciosos contenidos.”
Y es totalmente acertivo.
Guerlain tuvo y tiene como mérito lograr que, a través de los detalles de sus
botellas cuidadosamente diseñadas en conjunción con el nombre de sus perfumes,
podamos leer la historia de la casa, al tiempo que encontramos referencias a
las Bellas Artes, la cultura, eventos coyunturales significativos, lugares y
personalidades. Cada creación evoca algo referente al período en que fue
lanzada.
Nuestra historia encuentra su
punto de partida con el nombramiento de Pierre François Pascal Guerlain como
perfumista oficial de Eugenie, Emperatriz Francesa, esposa de Napoleón III,
nombramiento que encuentra su motivo en la fascinación de la Emperatriz por Eau de Cologne Imperiale, tanto de su
frasco como de su contenido. La fragancia, lanzada
en 1853, es un herbal refrescante y luminoso (otros lo catalogan como
cítrico aromática). Su frasco es conocido como “The Bee Bottle” o Botella de las Abejas. Con él comienza la
historia del arte de Guerlain en frascos de perfume, en estrecha colaboración
con los principales fabricantes de vidrio y compañías de cristales como Pochet
y du Courval y Baccarat. “The Bee
Bottle” es un bello frasco dorado cubierto por abejas napoleónicas. Muchos la
ven con la forma de una colmena, por lo que se refieren a ella como “La Botella de la Colmena”, sin embargo,
su verdadera inspiración fue la Columna Vendôme, erigida por Napoléon I en el
centro de la Plaza Vendôme en París, para conmemorar su triunfo en la batalla
de Austerlitz. (2) Un tiempo después, Pierre François Pascal fue nombrado “Proveedor Oficial de la
Emperatriz”, en reconocimiento por Eau de
Cologne Imperiale. La botella, encargada a la fábrica de vidrio Pochet y du
Courval, fue grabada a partir de entonces con el escudo de armas de la
Emperatriz y tenía cada abeja y cada festón pintado a mano con oro. (3) Por ello,
y desde hace 160 años, el signo de la abeja napoléonica ha embellecido
constantemente el diseño de la botella y la caja, y el escudo de armas de
Napoleón sigue encontrándose en la etiqueta de Eau de Cologne Imperiale. Hoy en día, “The Bee Bottle” viene con o
sin decoración dorada (cuando sí, la misma es pintada a mano) y por ello se
conocen como “golden bleue” y “White bleue”, respectivamente.
Si bien es cierto que resulta
difícil, entre tanta producción, realizar una selección reducida, también lo es
que “The heart shaped stopper bottle”
no puede faltar en ella. Fue desarrollada para contener L´Heure Bleue, un
floral oriental lanzado en 1912. Fue diseñada por George Chevalier en
colaboración con Baccarat. Años más tarde, también contuvo al famosísimo Mitsouko,
un Chipre Frutal del que ya hemos hablado. La
botella con tapón de corazón es una de las representaciones más simbólicas
y duraderas de la marca. Su estilo Art
Noueau fue muy popular a comienzos del S. XX. Si bien la botella se asocia
con las fragancias anteriormente citadas, tuvo un renacer con La Petite Robe
Noire, además de ser utilizada para muchas ediciones limitadas: La Petite Robe
Noire EDP, Vol de Nuit Evasion, Mitsouko Flor de Lotus, Mitsouko EDT, L´Heure
Bleue EDT, (4) Shalimar Parfum.
“The fan shaped bottle” es otra que no puede faltar en cualquier
selección. La botella en forma de
abanico, de estilo art decó, símbolo de la riqueza de las colonias,
contenía (y contiene) a la magnífica Shalimar,
una fragancia oriental especiada lanzada en 1925. Diseñada por Raymond
Guerlain, es una de las botellas clásicas de la casa.
“The Chamade Bottle” es una elección que realizamos porque marca un
cambio paradigmático. Fue diseñada en 1969 por Raymond Guerlain y Robert Grana para
contener una fragancia Oriental Floral
con su mismo nombre. La Chamade Bottle simboliza el corazón que late (golpea)
salvajemente. La forma de su botella es un corazón al revés, evoca las
emociones del amor al tiempo que su tapa se identifica con una flecha de
Cupido, el conjunto total simboliza la entrega al amor. Fue para éste
lanzamiento, cuando la casa decidió parar de reutilizar las mismas botellas
para diferentes fragancias, para darle a cada perfume una apariencia
reconocible por separado. Chamade fue el primer ejemplo de ello.
Quisimos cerrar con un diseño
actual. Nuestra elección recayó sobre las sofisticadas y puras líneas de la Idylle Bottle, diseñada en 2009 por Ora
Ita. El frasco es una representación de una gota de perfume con tonalidades
doradas para dar la impresión de un líquido precioso. Lo cierto es que contiene
un Chipre Floral como la casa Guerlain sabe hacer.
Por supuesto, encontramos diseños
nuevos y más actuales que nos permiten afirmar que, desde mediados del S. XIX,
a ésta parte, las botellas y los packagings de la marca han desarrollado un
arte cautivante y detallado, como las fragancias en sí mismas. Por ello
recomendamos la lectura completa de “Guerlain, Perfume Bottles Since 1828”, que
da cuenta, en un panorama panorama sincrónico, de la historia de la perfumería
en Occidente.
María de la Cruz Rojo
Croix Imagen
Notas
(1)
Guerlain, Perfume Bottles Since 1828, Michèle
Atlas, Alain Monniot, Milán, 1997
(2) La
columna fue derribada en 1871 por Decreto de la Comuna de París, para ser
reconstruida años más tarde.
(3)
De hecho, todos los productos solicitados por
ella se entregaban con su emblema.
(4)
EDP: Eau de Parfum. EDT: Eau de Toilette.
Fuentes